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martes, diciembre 3, 2024
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Locura en Merlo: disparó contra la exmujer de su tío, atacó a la Policía y terminó muerto a balazos

Un joven de 22 años murió tras recibir dos disparos por parte de personal policial que intentó reducirlo tras atacar violentamente a tiros la casa de la exmujer de su tío, en Pontevedra, y disparar contra un patrullero que lo siguió tras un llamado al 911.

La violenta secuencia delictiva terminó con un grupo de amigos y familiares del joven fallecido atacando a los uniformados, entre los que había una mujer, que sufrió heridas leves. Alrededor de cincuenta personas se juntaron en el lugar y empezaron a arrojar objetos contundentes a los policías, que debieron solicitar apoyo.

El violento episodio comenzó en una vivienda ubicada en Rodó al 500, casi esquina Carrasco, de Pontevedra. Allí se presentó Elías Carrazán, sobrino de Javier Carrazán, expareja de una mujer (la identidad no será publicada) que estaba en esos momentos en la casa de sus padres. Cabe aclarar que Javier tenía una restricción perimetral de acercamiento contra la joven, que incluso lleva consigo un botón antipánico.

Por motivos que se desconocen, aunque todo está vinculado a un conflicto familiar, Elías llegó a la vivienda y directamente disparó desde la vereda por lo menos en cuatro ocasiones. Una de las balas ingresó por la ventana de la cocina, sin lastimar a nadie de milagro. El atacante se retiró del lugar sin mediar palabras.

Luego del llamado de emergencia al 911, un móvil de la seccional 5ª de Pontevedra comenzó a seguir al agresor, que vivía a pocas cuadras del lugar atacado. Cuando el patrullero lo ubicó, directamente Carrazán comenzó a disparar contra el vehículo de la Bonaerense.

“Después corrió y volvió a disparar. Había por lo menos siete disparos en el patrullero”, describió una fuente policial a Primer Plano Online. Uno de los efectivos que estaba en el rodado repelió la agresión y le pegó dos balazos a Carrazán: uno impactó en el omóplato derecho y otro en hombro izquierdo. El joven cayó muerto en el lugar.

A los pocos minutos, unas cincuenta personas se reunieron alrededor del cadáver y comenzaron a atacar al personal policial, que debió solicitar apoyo urgente para evitar que la cosa pase a mayores. Convocados por la UFI Nº 4 de Morón, peritos de la Policía Federal intervinieron en la recopilación de evidencias para intentar aclarar lo sucedido.

Presente en la escena del hecho, la instructora judicial Aurora Alcalde fue quien se ocupó de la diligencia. Fuentes policiales informaron a Primer Plano Online que la pistola que tenía en su poder el atacante era una Browning calibre .9 milímetros, aunque con numeración cambiada, dado que ese nomenclatura correspondía a una escopeta Brenta con pedido de secuestro por un robo ocurrido en Luján.

En principio, la causa fue caratulada como amenazas agravadas, disparo de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra. Sin embargo, la acción penal quedará extinta a partir de que el acusado falleció. En el domicilio de la mujer denunciante, en tanto, se hallaron cuatro vainas servidas de calibre 9 milímetros, un fragmento de encamisado y un proyectil deformado. En total se verificaron tres accidentes balísticos que se corresponden con el arma hallada al lado del cuerpo del atacante.

La Fiscalía dispuso, asimismo, ordenó incautar todas las armas del personal policial, y constató que uno de los patrulleros “presentaba siete accidentes balísticos”. Por el momento, ni la justicia ni la Auditoría General de Asuntos Internos de la Policía adoptó temperamento alguno con el personal actuante.

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