La operadora estatal Trenes Argentinos comunicó hace instantes que desde las primeras horas de la tarde de hoy la línea Sarmiento funciona con demoras y cancelaciones como consecuencia de la negativa de un grupo de guardatrenes de realizarse los testeos de alcoholemia obligatorios antes de comenzar la jornada laboral. Los trabajadores se niegan a ser sometidos a esa práctica para la cual se utiliza un mismo aparato para todos, aunque con boquillas descartables individuales. Dicho sea de paso, la metodología utilizada siempre fue la misma, por eso llama la atención el reclamo que surge recién ahora.
“La medida, de carácter gremial, impide que puedan acceder a sus puestos de trabajo y cumplir con sus funciones cotidianas a cargo de los trenes, lo que genera la circulación de nueve de las quince formaciones programadas”, informó la empresa.
Los controles de alcoholemia y de sustancias fueron dispuestos por resolución de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), y forman parte del protocolo de evaluación de carácter permanente que se extiende a todas las personas con responsabilidad asignada en la seguridad operativa de la circulación de trenes.
“La empresa ferroviaria ya realizó las denuncias correspondientes y aplicará medidas disciplinarias a cada uno de los trabajadores que decidieron no prestarse a la evaluación de rutina”, completó el comunicado de Trenes Argentinos.
QUÉ DICE EL SINDICATO
“A lo que se niegan los guardas es a soplar la pipeta, porque ese instrumento recorre no sólo una boca. Si bien se cambia la boquilla, el aparato es el mismo”, detalló a Primer Plano Online Cristian Duarte, uno de los delegados de la Unión Ferroviaria.
“Se presentó una nota, pedimos una reunión para resolver esto y la empresa mandó igual el control. Si insisten con este sistema, que claramente es un método de propagación del virus, el conflicto escalará y se va a quedar sin guardas, con lo cual correrá peligro el servicio”, finalizó.