Santino Emiliano Reynoso, de apenas 16 años, murió el pasado viernes 24 de enero en medio de un enfrentamiento con un efectivo policial de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) en Villa Madero, partido de La Matanza. Había nacido el 5 de octubre de 2008 y ya estaba involucrado en varios hechos de alto impacto, incluso algunos con repercusión mediática.
El adolescente, cuya identidad se puede publicar porque ya falleció, es el que le disparó al médico Santiago Bos (48) en Castelar el pasado 14 de enero. Así lo determinó la investigación realizada por el fiscal Hugo Ravizzini, de la Fiscalía Nº 7 de Morón, junto al secretario de esa dependencia, Leandro Tommasone. El profesional de la salud, en tanto, acaba de ser dado de alta de la clínica Modelo, de ese distrito, en donde estuvo internado y en estado crítico tras recibir un proyectil en el abdomen.
Balearon a un médico en Castelar sur para robarle la moto: su estado es reservadohttps://t.co/Uua0z2MdXU pic.twitter.com/0iXl158DMD
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Como el sindicado como autor y su cómplice, el que manejaba el rodado, son menores de edad, la causa fue girada a la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 1 de Morón, a cargo del fiscal Guillermo Rodríguez Rey, que el viernes pasado obtuvo el aval del Juzgado de Garantías del Joven interviniente para la realización de un allanamiento en la zona de Rafael Castillo, en La Matanza.
En esa diligencia fue detenido el acusado de haber manejado la moto aquella tarde, L.H. (17), a quien le incautaron una campera y una mochila idénticas a las que se ve en el video de los disparos contra el médico. Esta tarde la justicia resolverá el pedido de prisión preventiva para el adolescente. Es que los tiempos en Minoridad son diferentes y corren a otro ritmo, con plazos más acotados. De todos modos, fuentes con acceso al expediente aseguraron a Primer Plano Online que las evidencias recopiladas son “contundentes”.
Cómo esclarecieron el ataque al médico y las sospechas sobre el crimen de Brian Coria
Las antenas del celular que usaba Reynoso impactaron en la zona de Castelar en que fue atacado el médico y a la misma hora. Esa es una de las evidencias sustanciales en la causa. Además, cámaras de seguridad captaron el ingreso a Morón de la moto en que circulaba junto a su cómplice un rato antes de la balacera. Por último, la cadena de venta del teléfono que le sustrajeron a Bos permitió la reconstrucción hasta llegar al tenedor inicial, que era el joven luego abatido.
El rodado en que se movilizaban los motochorros, como informó Primer Plano Online, fue robado el pasado 12 de enero a las 10.20 en la intersección de Atacama y José María Paz, en Ituzaingó. Era una Duke KTM Adventure 390 negra, la misma con la que por la noche persiguieron y asesinaron al policía de la Ciudad Brian Coria también en Castelar. Y, como si la conexión fuera poca, el casco que tenía colocado uno de los ladrones que actuó en ataque al médico también fue utilizado para sustraer la moto en Villa Ariza.
Dos motochorros muertos tras un enfrentamiento con efectivo policial en La Matanzahttps://t.co/SN94NiddpJ pic.twitter.com/quNXJDbjPV
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Esa moto fue recuperada por la justicia luego de las muertes de Reynoso y de Franco David Alonso (22), el otro fallecido en el enfrentamiento con el uniformado en Villa Madero. Para los investigadores, esa dupla de delincuentes es la misma que asesinó a Coria: tanto el rodado como una de las armas que tenían en su poder coinciden con las usadas para matar al efectivo porteño. Restan diligencias aún para determinarlo, pero en caso de confirmarse la causa se extingue: ambos ya están muertos.
L.H., el detenido el viernes pasado, enfrenta cargos por los delitos de homicidio agravado criminis causa en grado de tentativa, robo agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra, en principio por haber participado en el hecho del médico.
“Las causas de Bos y Coria están conexas por la cantidad de elementos que las vinculan”, precisó el vocero consultado. Además de la moto, el casco y las antenas de celulares y el circuito de comercialización del teléfono robado, el último elemento clave es el secuestro de una pistola calibre .380, similar a la que usaron para dispararle a Bos y al policía.
Esa arma estaba en poder de los fallecidos Alonso y Reynoso. El cotejo balístico que se realizará en los próximos días será determinante para darlo por certero.

