Un colectivo de la línea 55 se incrustó contra una vivienda en la intersección de Juan Manuel de Rosas y Formosa, en la localidad de Lomas del Mirador, en La Matanza. El siniestro fue consecuencia de la resistencia del chofer a un intento de robo.
El hecho sucedió en la noche del sábado y terminó con el interno 43 del micro perteneciente a la empresa Almafuerte destrozando gran parte del frente de la casa, ubicada justo en la mencionada esquina, frente a la villa conocida como Santos Vega.
Siempre según la descripción realizada por fuentes judiciales y policiales, además del relato de testigos, todo se desencadenó luego de que el colectivero, identificado como Guillermo Martín G. (52) fue amenazado con un arma -que luego se confirmaría era de juguete- por un ladrón que intentó robarle sus pertenencias. Imposible de noche darse cuenta si un revólver es real o falso.
En esas circunstancias se produjo un forcejeo entre ambos en el cual el colectivero perdió el control del rodado. En rigor, en su resistencia el micro siguió su dirección sin freno y terminó contra el frente de la vivienda. En medio de la conmoción, el frustrado malviviente quiso huir a la carrera, pero el escape fue evitado por pasajeros y transeúntes, que “le dieron una feroz paliza”, precisaron los voceros.
De hecho, cuando la Policía arribó al lugar se encontró con el delincuente tirado en el piso y ensangrentado, por lo que tuvo que ser puesto a resguardo y trasladado a un hospital para una revisión médica. Las fuentes lo identificaron como Julio Rafael Garrido (47), quien quedó detenido por disposición del fiscal Marcelo Diomede, de la UFI Nº 5 de La Matanza.
Efectivamente, a pocos metros suyo los efectivos incautaron un arma de utilería de tipo pistola, que ya estaba dividida en dos partes: por un lado, la empuñadura, y el cañón por separado. La gente que redujo a Garrido, incluida la familia propietaria de la vivienda siniestrada, estaba “enardecida”, definió un investigador.
El chofer resultó con golpes en distintas partes del cuerpo a raíz de la situación, aunque se encuentra fuera de peligro. De todos modos, por precaución, fue llevado en ambulancia a la clínica Solís de San Justo por control y por su Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART). El colectivo, en tanto, quedó secuestrado en la comisaría de Lomas del Mirador para la realización de las pericias de rigor.