Se terminó. Walter Otta se despidió del Deportivo Morón. Primero tuvo una reunión con los jugadores en el vestuario, a quienes les agradeció por el compromiso con el proyecto y los conminó a seguir adelante para sacar adelante al club. Acompañado por el presidente Alberto Meyer, el exentrenador reconoció que los resultados del torneo, donde hasta el momento sólo pudo ganar un partido, fueron decisivos para el paso al costado.
Emocionado y con el tono de voz cortado por tramos, el técnico recordó lo que consideró como “tres años maravillosos, los mejores de nuestras carreras deportivas”. Y explicó los motivos de su salida: “Sentimos que es el momento. La realidad es que de siete partidos ganamos sólo uno, vemos que la suerte nos está siendo esquiva, y a partir de ahí tomamos la decisión. Sentimos que con otro entrenador quizá la suerte pueda ir mejor”.
La rueda de prensa con medios partidarios también sirvió para que Otta aclare que no es que se va del ‘Gallo’ porque tiene trabajo en otra institución. “Ojalá podamos conseguir trabajo pronto, porque vivimos de esto”, afirmó el conductor táctico de un equipo que se armó con toda la expectativa de pelear arriba y luego del primer tercio de torneo se encuentra hundido entre los últimos puestos. “Cuando armas algo de la manera en que pudimos armarlo nosotros, teniendo la posibilidad de decidir y no sale bien, también es de buenas personas dar un paso al costado”, sintetizó.
Si bien reconoció que la situación de Román Martínez lo incomodó, lo cierto es que su dimisión la venía evaluando con su cuerpo técnico más allá de lo que pasó con el exfutbolista de Lanús. Pero Otta prefirió poner por encima de todo lo que fue su experiencia en el club. “El ascenso es algo inolvidable, al igual que la llegada al estadio en el partido con River. El cariño de la gente es mucho más de lo que nosotros le hemos dado al club, por eso creemos que no se cerró la etapa definitiva con Morón. Creemos que vamos a tener las puertas abiertas para volver en el futuro”, aventuró.
En el momento quizá más tenso de la conferencia, el presidente Meyer tomó la palabra y aseguró que la comisión directiva hizo todo lo que tenía que hacer para retener al entrenador. Incluso le pidió al propio Walter Otta que avale lo que él expresaba. “Para mí lo más fácil era, cuando gané las elecciones, por el margen que gané, era elegir otro entrenador y que la deuda se la pague el que lo había traído. Pero nos arreglamos y nos ayudamos mutuamente”,
Es más: recordó cuando el técnico le preguntaba si iba a continuar y Meyer le respondía de la misma manera. “Ahora me toca a mí pensarlo”, señaló el presidente, en lo que se interpreta como un manto de duda nuevamente sobre su continuidad al frente de la institución.