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martes, julio 15, 2025
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La justicia de Morón le negó la libertad anticipada al cura Julio César Grassi

El sacerdote expuso sus argumentaciones vía virtual desde el Penal 41 de Campana, donde cumple la condena a 15 años de prisión por abuso sexual de menores en la fundación Felices los Niños de Hurlingham. El fallo del Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Morón fue por unanimidad.

El Tribunal Oral Criminal (TOC) Nº 1 de Morón denegó hoy la libertad condicional solicitada por el cura Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por el abuso sexual de menores en la fundación Felices los Niños de Hurlingham, que tuvo a su cargo.

Por unanimidad, la jueza Mariana Maldonado y sus pares Claudio Chaminade y Juan Carlos Uboldi rechazaron el pedido realizado por el religioso, que habló desde la Unidad Penitenciaria 41 de Campana, en donde cumple la pena. Fue el propio Grassi quien ofició de abogado defensor de sí mismo y quien planteó que es “inocente” y destacó que contaba con el apoyo de la iglesia.

“Este tribunal, por unanimidad, resuelve en primer término no hacer lugar a la nulidad del dictamen del Departamento Técnico Criminológico planteado por Julio César Grassi”, leyó la magistrada como introducción del fallo, para el cual se tomaron 40 minutos tras las exposiciones en la audiencia.

En segundo término, la resolución indica: “denegar la libertad condicional” al sacerdote, en concordancia con leyes nacionales, provinciales y “con especial mirada y ponderación de la Convención sobre los Derechos del Niño”. En este caso, las víctimas de los abusos por los que fue condenado el cura. Los fundamentos del fallo se conocerán el próximo lunes 2 de septiembre.

En su alegato desde la cárcel, Grassi había cuestionado el informe criminológico que tenía como resultado la no recomendación de su liberación anticipada. No se conocen las particularidades de ese estudio hecho por especialistas del Servicio Penitenciario.

Qué dijo Grassi para solicitar su liberación anticipada

Arropado como sacerdote, en una jerarquía que sigue ostentado porque la iglesia nunca lo echó, Grassi le habló al tribunal en una suerte de alegato en el que proclamó su inocencia. “Yo he militado como sacerdote y con acciones en barrios populares contra todo tipo de maltrato frente a los niños y adolescentes. Para mí, eso es aberrante y lo repudio”, expresó entre otras frases.

“Desde el momento de la acusación, hace 22 años, hasta ahora, no pueden decir nada de mi conducta. El abuso siempre representa una actitud de poder, daño contra una persona débil, y nada de eso ha ocurrido. Voy hacer útil a la sociedad, si la iglesia me lo permite. Tienen que quedarse tranquilos… en la externación me voy a comportar como corresponde”, agregó. Sin embargo, sus argumentos no convencieron.

Grassi seguirá en prisión

En junio de 2009, en uno de los juicios más impactantes en la historia del Departamento Judicial Morón, el TOC 1, con otra conformación a la actual, sentenció al religioso a 15 años de prisión por los delitos de abuso sexual agravado por ejercer el rol de sacerdote, estar encargado de la educación y la guarda del menor víctima de las vejaciones.

En el juicio se comprobó que Grassi atacó en 1996 a dos menores en la Fundación Felices los Niños, la cual había creado años atrás. En 2017, la Corte Suprema dejó firme la condena y quedó alojado en el pabellón N° 6 de la Unidad Penitenciaria N° 41, sector donde están los presos con buena conducta.

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