Santino Savini nació con una encefalopatía hipóxica isquémica, o más conocida como parálisis cerebral, producto de una mala praxis durante el parto. Esto le provocó una discapacidad motora y un retraso madurativo global. Pero el chiquito, oriundo de Isidro Casanova, tenía una expectativa de vida de tres días, y hoy ya va para los cinco años. Incluso con un tratamiento que se realizó a principios de año con células madre, que lo ayudó de manera exponencial a mejorar en la faz cognitiva y motora. Ahora, para realizar dos nuevos tratamientos, necesitan aproximadamente $ 500.000, más pasajes y estadía en Chile.
“Él ahora puede registrar sus movimientos y siente su cuerpo. Las neuronas que se le murieron por la falta de oxígeno son reemplazadas por otras que le quedaron vivas y cumplen su papel”, contó a Primer Plano Online su mamá, Roxana Giménez. De eso se trata la neuroplasticidad, también conocida como plasticidad cerebral, que es una técnica desarrollada científicamente y que refiere a la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar como resultado de la conducta y la experiencia.

Pero claro: para ese tipo de tratamiento no cuentan con el respaldo de la obra social, por lo que, a pulmón y apelando a la solidaridad, papá y mamá de Santino juntan fondos para hacer el tratamiento de estimulación motriz. Suele haber campañas similares para viajar a China, donde hacen procedimientos similares, pero con células madre de otras personas, no directamente del paciente, y puede provocar rechazo. Acá el procedimiento es con material genético de la persona que sufre la patología.
“El método es sacar una muestra de la médula, ese material lo divide, reactiva las células madre a través de plasma y un proceso químico y las vuelve a infundir por vena. Es como que te apliquen una inyección de células madre que le infunden al paciente, se desparraman por todo el cuerpo y se van regenerando, sobre todo en el cerebro”, describió Roxana.
El implante se hace en Capital Federal, con un médico especialista que viene desde La Plata a realizar el procedimiento. El complementario, que se hace en Chile, es puramente motor. Los trabajos ya los comenzó Santi con un discípulo del kinesiólogo radicado en el país vecino, Ramón Cuevas, quien ya evaluó al chiquito y consideró que tiene una edad motriz de un bebé de cinco meses y medio: no hace nada por sus propios medios.
La recuperación de Santi “solo Dios la sabe”, cuenta mamá. “Me dijeron que no iba a ver, que no iba a caminar, que iba a ser una plantita, que no iba a comer y viviría con un botón gástrico toda su vida y hace cuatro días se lo sacaron. Nos dijeron tantas cosas que hoy lo único en lo que confiamos es en lo que vemos”, agregó.
Sabe que los tratamientos tradicionales sólo buscan mantener al paciente, y ellos como padre y madre van más allá, y lo quieren mejorar. Apuestan a que Santi sea una persona autónoma y pueda caminar y expresarse por sus propios medios. Hasta que su paso por esta vida lo indique. “Después de haber pasado por muchas operaciones, internaciones y situaciones límites no creemos en los diagnósticos. Gracias a Dios seguimos de pie y con muchas esperanzas”, remata Roxana.
Nadie sabe el porcentaje de recuperación del nene, pero papá y mamá no se van a permitirlo todo para darle calidad de vida. Están haciendo lo imposible por lograrlo por la fuerza que les transmite su hijo, que no se rinde. Ambos le quieren devolver algo de todo lo que le quitaron al nacer, aunque esa es una historia aparte, que está judicializada.
Esta tarde de sábado 2 de noviembre van a estar vendiendo números para sortear una camiseta en el entretiempo del partido que jugarán en Floresta All Boys y San Martín de Tucumán. Mañana domingo, todo lo recaudado entre las 18 y las 2 del lunes en la cervecería llamada ‘Santa Birra’ será destinado para la causa de Santi. El comercio está ubicado en Presidente Perón 3102, esquina Hipólito Yrigoyen, de San Justo. También organizan un evento para el 17 de noviembre, cuyos protagonistas serán ‘La Masa y sus Luchadores’ en el Club Deportivo y Familiar Juventud, ubicado en Capdevilla 1750 de Castelar.
Para ambos tratamientos necesitan juntar fondos, tanto para el de Chile como para el de células madre, que tiene fecha para el 30 de noviembre. Para un papá como Cristian, que es operario en una fábrica, y mamá Roxana, administrativa en una empresa de la que está “muy agradecida” por haberla acompañado durante la enfermedad de Santi, cualquier aporte solidario será una inmensa colaboración. Por lo pronto, además de los eventos citados en el párrafo anterior, hay una cuenta para transferir fondos (aquí abajo el detalle) o una página web para ingresar y hacer donaciones: es www.nuevavidaparasanty.com.ar.
NUMERO DE CUENTA: 4010256-3 332-4
CBU: 0070332930004010256344
CUIL: 23-29900486-4
TITULAR DE LA CUENTA: ROXANA GIMENEZ
BANCO GALICIA