“Yo fui hasta el lugar y me dijeron que tenían ahí adentro a mi señora. Así que me metí para defenderla”. Esas palabras pertenecen a Brian Leonel Maita (28), quien está detenido acusado del crimen de Nelson Marcelo Gómez (42) en medio de una reyerta vecinal producto de una rencilla barrial que viene de años.
El hecho ocurrió en Moreno, en una vivienda ubicada sobre la calle Luzuriaga, casi esquina Chacabuco, y quedó registrado por cámaras de seguridad que no dejaron dudas sobre la autoría del ataque. Es que las imágenes exponen a Maita como el responsable de gatillar una escopeta que, asimismo, portaba sin la debida autorización legal.
Lo que sí costó y demasiado a la justicia fue determinar lo que realmente ocurrió. Hay una frase que anticipó la violencia, y fue cuando el hijo de la víctima fatal, de 20 años, regresó a su casa y le avisó a su papá: “cuidado viejo que va a haber quilombo”. ¿A qué se refería?
En el trayecto rumbo a su domicilio se había cruzado con una mujer conocida en el barrio como ‘La Negra Karina’. Distintas fuentes consultadas para la elaboración de este artículo vinculan a esa mujer con la venta de drogas en la zona. Ella transitaba en moto cuando se cruzó con el muchacho, que luego de un intercambio de insultos le tiró un botellazo para luego escapar corriendo rumbo a su casa.
Disparos en medio de cascotazos
Fue entonces que Karina fue con un grupo de personas, de las cuales algunos son sindicados como soldaditos que comercializan estupefacientes para ella, a buscar revancha a la casa de Gómez. Al llegar al lugar se armó una batahola que terminó cuando apareció el sujeto de la escopeta y disparó contra el interior de la finca.
No fue la única vez que gatilló: antes disparó estando sobre el asfalto de la calle, cuando durante la gresca volaban cascotazos. Según precisaron fuentes de la investigación, uno de los perdigones de esos balazos impactó en el pecho de Nelson Gómez, y la herida resultó mortal.
En medio de la conmoción, vecinos llamaron al 911 y personal de la comisaría 1ª Moreno irrumpió en el lugar para hacer cesar la violencia. Como resultado de la diligencia hubo cinco detenciones, todas bajo cargos de amenazas agravadas, violación de domicilio y daños.
Se trata de Santiago Norberto Solís (18), Agustina Sotelo (26, la mujer a la que supuestamente fue a rescatar Maita); su hermana Anabela Sotelo (24) y una tercera joven identificada como Morena Bordón (18). El último de los detenidos fue Pablo Montenegro Sosa (29), quien increíblemente estaba siendo monitoreado por una pulsera electrónica por otra causa judicial.
Maita, en tanto, quedó imputado por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra a disposición de la fiscal Betiana Guillerón, de la UFI Nº 2 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez.
