Formar planteles deportivos en el ámbito amateur no es tarea fácil. Lo que es seguro es que la determinación de una mujer puede mover montañas y varias piezas más. Este fue el caso de Sabrina Gagliardo, una entrenadora de vóley femenino que hace cuatro años decidió desembarcar en el Club Atlético Ituzaingó (CAI) dispuesta a hacer la diferencia.
Por entonces la disciplina no estaba federada; los equipos conformados competían en ligas regionales y ni siquiera estaba formada la Tira de Inferiores en su totalidad: solo había equipos Sub-15, Sub-17, Sub-19 y Sub-21.
A modo de derecho de piso, el arranque de la instancia de federación se inicia siempre en el Nivel E que es el de base. Después de muchísimo trabajo, cantidad de horas transcurridas en el club y entrenamientos cada vez más duros, en diciembre de 2023 las chicas lograron el ascenso al Nivel D y tan solo un año después, ascendieron al C. Esto es, dos escalones en un solo año: una verdadera odisea.
En la actualidad, la Tira completa bajo la dirección de Gagliardo está integrada por un centenar de jugadoras que se desempeñan en las categorías Sub-11, Sub-12, Sub-13, Sub-14, Sub-16, Sub-18 y Sub-21.
Gagliardo llegó al CAI a sus 40 años con un objetivo seguro: primero completaría todos los planteles y lograría federar a las categorías inferiores del club por primera vez en su historia. Y así fue. En 2021, medio año después de su debut, logró que las jugadoras de todas las categorías que comprendían la Tira entraran a la alta competencia de la disciplina. En la institución del oeste, el vóley dejó de ser una actividad recreativa y su posicionamiento deportivo tentó la afluencia de nuevas jugadoras que le permitieron a la entrenadora conformar los equipos Sub-11, Sub-12, Sub-13, Sub-14, Sub-16, Sub-18 y Sub-21.
Entre los palmarés cosechados por la talentosa D.T. del CAI entre 2023 y 2024 se cuentan logros como la obtención de dos medallas de plata y una de bronce en el Torneo de Necochea (2023); el primer puesto en el campeonato 2023 de las categorías Sub-14 y Sub-16; el ascenso del Nivel E al D ese mismo año y un peldaño más hasta el Nivel C en la actual temporada. Una escalada maratónica que solo fue posible gracias a la inversión de tiempo y a la dedicación depositada en una profesión que no sabe de recompensas económicas. Para cosechar tanto en un período tan corto Sabrina Gagliardo se alimentó de su amor y pasión por este deporte y por sus jugadoras, y el orgullo de demostrar que con trabajo y disciplina, más tarde o más temprano, casi todos los obetivos se pueden alcanzar.