La primera voz en escucharse o leerse a propósito del resultado electoral del pasado domingo del Departamento Ejecutivo de Hurlingham es la de Pablo Del Valle, jefe de Gabinete comunal. Como informó Primer Plano On Line, el intendente Juan Zabaleta se había declarado prescindente de la campaña a nivel local, no participó de la etapa proselitista con ningún precandidato y sólo se había limitado a explicar que había que “escuchar a la sociedad” y lo que los vecinos tenían para expresar en las urnas el 13 de agosto.
Y, si bien todavía los resultados finales no se conocen, desde el Municipio salieron a rechazar la idea del voto electrónico como un elemento clarificador de los actos eleccionarios. “Lo que pasó durante la madrugada, cuando todos los argentinos estábamos expectantes esperando los resultados finales, fue bochornoso. La carga de datos fue manipulada por secciones y el escrutinio se paró al llegar al 95% de las mesas. El sistema electoral que tenemos en nuestro país es bueno. Lo respetamos todos desde hace años, se gane o se pierda. Ahora escuchamos al gobierno nacional que insiste con aplicar el voto electrónico. ¡Imagínense qué fácil de alterar los resultados si no fiscalizamos y cuidamos el voto como siempre!”, manifestó Del Valle.
En relación al posicionamiento político de Zabaleta, si bien el intendente aún no habló en público y sigue abocado íntegramente a la gestión, su jefe de gabinete dejó algunas líneas como para interpretar lo que puede llegar a ser una búsqueda de destino partidario en el corto plazo. Es que, en rigor, tanto al mandamás de Hurlingham como a sus pares Gabriel Katopodis (San Martín) y Eduardo ‘Bali’ Bucca (Bolívar) en sus distritos les fue realmente mal, a tono con la pobre elección que realizó Florencio Randazzo.
Quizá por eso Del Valle ahora explica, en sintonía con su jefe político, que “más allá de las discusiones sobre los empates técnicos, es hora de que escuchemos lo que el Pueblo tiene para decir, que trabajemos todos para eso y que encaremos hacia octubre de otro modo desde todos los espacios políticos”.
“¡La democracia no se mancha!”, concluyó el jefe de Gabinete de Hurlingham.