La Catedral de Morón sumó dos nuevos elementos a su patrimonio artístico. Se trata de dos vitrales que hasta ahora no existían en el templo y que son dos de las tres nuevas letanías marianas que agregó el Papa Francisco a la estructura.
Por un lado está la obra denominada ‘Consuelo de los migrantes’ y, por el otro, ‘Madre de Esperanza’. Ambas fueron seleccionadas por el cura párroco, Martín Bernal, que tuvo como concepto central sostener el estilo de los ya existentes y que fueron restaurados luego del daño que sufrieron en el tornado de 2012.
“Comenzaron la tarea de reconstrucción con mucha generosidad del pueblo de Morón, porque no hemos tenido ningún tipo de esponsoreo grande, así que esto se hizo y se sigue haciendo con el esfuerzo de toda la comunidad. Por eso con mucha alegría estamos presentando la totalidad de los vitrales, con la inclusión de dos nuevos que dan al retablo principal, en donde está la Virgen del Buen Viaje”, contó Bernal a Primer Plano Online.
La explicación de los dos nuevos vitrales en la Catedral de Morón
En el Caso de ‘Consuelo de los migrantes’ (SOLACIUM MIGRANTIUM) -en el lado este- la corona de la Virgen es el elemento central. Detrás de ella la rosa de los vientos, símbolo que marca los rumbos del horizonte y los puntos cardinales, que se encuentra presente en las cartas de navegantes y mapas de viajeros.
Como símbolo que marca el rumbo, los migrantes están en búsqueda de nuevos horizontes, nuevas esperanzas, nueva vida, y este símbolo se asocia con la Catedral como hito de los viajeros que vienen a la casa de la Virgen del Buen Viaje. En su perímetro hay un conjunto de formas que representan al mundo, la tierra y la geografía, completando el espacio.
En el caso de ‘Madre de Esperanza’ (MATER SPEI) -en el lado oeste- combina la corona de la Virgen con un ancla, símbolo tradicional en la heráldica que representa a la esperanza. Así la corona por encima del ancla, con los rayos que nacen desde ella y cubren todo el vitral, abraza cubriendo el ancla que es la representación de la fe, y las estrellas siempre presentes como un elemento unificador de la lectura de los vitrales restaurados.
Según detallaron desde el Museo de la Catedral, el uso simbólico del ancla en el cristianismo “se relaciona con la cita de la carta a los Hebreos donde se hace referencia a las promesas de Dios en Jesucristo como esperanza de los cristianos”.
Ambos vitrales fueron diseñados y confeccionados por el taller Fabio Huser quien llevó adelante también la restauración del resto de los existentes durante el año último.