El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, llamó a “repudiar sin dobleces” el atentado vivido ayer por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el ingreso a su departamento de Recoleta, y pidió poner fin a lo que calificó como “discursos de odio”, a los que atribuyó la conducta del atacante.
“Tenemos que repudiar sin dobleces lo que pasó y quiero dejar en claro que esto no es, de ninguna manera un hecho que puede considerarse individual de una persona o por el estado de desequilibrio mental de una persona, cosa que todavía no conocemos”, manifestó el mandatario en una conferencia de prensa que brindó junto a su vicegobernadora, Verónica Magario, y gran parte de su gabinete.
“Lo que se intentó anoche, aparentemente, fue terminar con la vida de la vicepresidenta. No puedo dejar de asociarlo con lo que escuchamos hace poco de parte de un exponente del Poder Judicial, que buscaba correrla de la vida política prohibiendo su participación perpetua como candidata”, agregó Kicillof, trazando un paralelismo entre el atentado de anoche y el pedido de condena hecho por el fiscal Diego Luciani en su alegato final en el juicio de la causa por la obra pública en Santa Cruz.
“Pensamos que en la Argentina la proscripción, la violencia política, la muerte por motivos políticos ya no existían más, y sin embargo estamos escuchando hace meses a determinados sectores con un discurso de odio, con guillotinas, bolsas mortuorias y más. No es producto de un desquiciado sino de un contexto y es ahí donde tenemos que actuar”, concluyó el gobernador.