La cuarta audiencia testimonial del juicio a los responsables del centro clandestino de detención conocido como la Brigada de San Justo durante la última dictadura cívico militar dejó una serie de declaraciones desgarradoras sobre las ausencias imposibles de reemplazar. Un reflejo de la espera por justicia que ya lleva más de cuatro décadas. En el debate oral expusieron sus vivencias los familiares de los seis vecinos de Ituzaingó que estuvieron detenidos en ese lúgubre lugar. Se trata de Sonia Von Schmeling, Marcelo Moglie, Jorge Luis Fernández, Juan Alejandro Fernández, Rubén Enrique Cabral y Hermann Von Schmeling, de quienes jamás se volvió a saber.
Sonia Von Schmeling, Marcelo Moglie, Jorge Luis Fernández y Juan Alejandro Fernández eran estudiantes secundarios. Tenían entre 16 y 18 años. Militaban en la UES y tenían un gran compromiso con la comunidad, en la zona de Villa Udaondo. Hermann Von Schmeling, padre de Sonia, tenía 38 años y era directivo de la empresa C.A.D.E.C.A. Fue secuestrado por la dictadura en dos oportunidades. Tenía un gran compromiso con la comunidad de Villa Udaondo, en especial con lo que hoy es la Unidad Sanitaria 17 de Octubre, la entonces salita del barrio. Rubén Enrique Cabral tenía 24 años, era trabajador de la empresa IBM y militante de la Juventud Peronista. Fue secuestrado en su casa de Villa Irupé, en septiembre de 1977. Todos permanecen desaparecidos.
A continuación, Primer Plano Online sintetiza lo más impactante de cada una de las declaraciones que se escuchó en el juicio, al cual están siendo sometidos más de 20 imputados entre efectivos policiales, civiles y militares. Uno de ellos es el ex jefe de la Policía Bonaerense, Miguel Etchecolatz.
-Herman Von Schmeling, hijo y hermano de Herman y Sonia, quien tenía 7 años al momento del secuestro de parte de su familia: «Mi madre se arrodilló y les rogó, señor por favor déjeme acompañar a mi hija; lo traen a mi padre y le dicen: ‘señor cálmela, tranquilícela o también nos la vamos a llevar a ella’. No tuvo opción. Si no fuera por eso, decía mi madre, yo no estaría acá, ustedes estarían huérfanos y buscando a Heydi porque habría sido apropiada, todo siempre puede ser peor… Aún hoy, con mis 48 años, siempre voy a esperar el regreso de mi padre y de mi hermana”. Heydi es su otra hermana, que estaba en el vientre materno aquella noche oscura. Actualmente, la mujer coordina la Unidad Sanitaria 17 de Octubre, de Ituzaingó, cuyos cimientos edificó el desaparecido padre de ambos.
-Marcela Fernández, hermana de Jorge y Alejandro Fernández: “Yo nací en una familia bien constituida, católica practicante. El 19 de septiembre de 1977 todo lo que estoy contando se destruyó. Yo tenía 10 años en ese momento. Mi madre hace una semana me dijo que todavía los espera. Cuando se llevaron a mis hermanos, pasados unos días yo volví al colegio, juntaba unas flores silvestres de color violeta, las juntaba para llegar a casa y dárselas a mis hermanos».
-Gabriel Fernández, hermano de Jorge y Alejandro Fernández, quien presenció aquel tortuoso secuestro cuando apenas tenía 14 años. «Mi madre, junto a Nora Cortiñas, empezaron a buscar a sus hijos junto a las Madres de Plaza de Mayo. Entre tantas marchas en Plaza de Mayo, nos acorralaron en las puertas de la catedral con los caballos, y desde adentro nos sacaron a empujones los curas. Ese día fue el renunciamiento a esa podredumbre que es la iglesia, si veo un cura lo escupo. En esa época la referencia eran los hermanos mayores, uno mira siempre al hermano mayor para poder crecer. Yo no tuve adolescencia, salí a buscar, buscar a los que estaban faltando».
-Adriana Martín, exdetenida de la Brigada de San Justo: «Me culpe muchas veces por estar viva, muchas veces pensé: ¿por qué me dejaron viva a mí si mis compañeros no están?».