“Estaba a dos cuadras de mi casa, completamente desmejorado. Fue un nene el que me dijo dónde encontrarlo”. A la abuela Margarita todavía la embarga la emoción. Atiende telefónicamente a Primer Plano Online luego de horas de alta intensidad que concluyeron con la noticia que esperaba poder comunicar a una enorme red virtual que se unió a ella: finalmente pudo recuperar a su perro Chiquito, el caniche toy robado hace dos semanas en Ituzaingó.
Tanto Marga (84) como su esposo Cacho (88) no paraban de sufrir. Una mujer que quedó filmada por cámaras de seguridad se llevó a la mascota familiar de su vivienda, ubicada en Saldán al 2.200, entre González Chávez y Andalgalá. Pero no fue muy lejos: la ladrona lo había dejado en un domicilio a dos cuadras de su casa, en una canchita del barrio conocida como ‘El Campito’. ¿Quién le dio la información? “Un nene”, reveló la abuela.
Y no se quedó con la duda. Sin decirle nada a nadie, se fue con dos amigas hasta el lugar señalado y golpeó las manos. “Salió un chico joven, me abrió la puerta y le pregunté si tenían ahí a un perrito de las características del mío. Me contestó que sí y me puse muy contenta. Pero es una casa tipo inquilinato y la mujer que tenía a mi perro no estaba. Él se vino corriendo hacia mí y me volvió vino el alma al cuerpo. Pero estaba muy desmejorado, en condiciones deplorables”, describió Marga.
Esa fue una primera impresión de reencuentro. Ya sabía que el animal estaba ahí y hasta conversó por teléfono con la mujer, que le pidió que regrese a las 18. “Fui a buscarlo pero me dieron otro”, narró la abuela, que se plantó y se negó a irse con un animal que no fuera Chiquito. “Se pudrió todo, porque la gente que me acompañó y otros vecinos le querían prender fuego la casa”, subrayó Marga. Cacho había reconocido a esa mujer como la que robó al caniche, con lo cual no se iba a ir del lugar hasta no llevarse a su mascota.
En paralelo, alguien llamó a la Policía al ver los desmanes que se estaban por producir y un móvil se presentó en el domicilio de cautiverio de Chiquito. “Señora, si el perro no aparece usted será detenida”, le comunicaron a la sospechosa. Al rato, el animalito apareció en la comisaría. Y un llamado desde la seccional permitió el reencuentro.
“Estaba muy asustado, pero cuando volvió a casa se revolcaba en la cama se recuperó rápido. La verdad, muchas gracias a todos los que nos ayudaron”, cerró la abuela. Chiquito ya está con su familia de nuevo y la pesadilla quedó en el pasado.