Maximiliano Montiel, el acusado por el aberrante crimen de Nadia Arrieta en Villa Tesei, enfrenta un pedido de pena de prisión perpetua por parte de la Fiscalía y de la familia de la víctima. El próximo lunes, los jueces Carlos Torti, Rodolfo Castañares y Pedro Rodríguez, del Tribunal Oral Criminal (TOC) Nº 4 de Morón, darán a conocer la sentencia.
En la jornada final del debate, el fiscal Pablo Galarza argumentó su planteo con lo que consideró que son “pruebas contundentes” en contra del acusado. Para el funcionario, quedó establecido en la investigación que el imputado asistió cerca de las 12.45 del 1 de marzo de 2018 al local de venta de regalos «NyB», situado en avenida Pedro Díaz 596, de Villa Tesei, que atendía Arrieta. Una vez que ingresó, puso en ejecución su plan criminal ya con el fin de cometer «un ataque contra la integridad sexual» de la mujer «mediante un desnudamiento forzoso y violento, maniatándola y amordazándola reduciendo así toda posibilidad de defensa, mediando las circunstancias de violencia de género apuntadas con el claro designio de causarle la muerte».
Para concretar el crimen, Montiel utilizó un arma blanca “con la que le produjo un corte de 16,5 centímetros de longitud en la región anterior y lateral derecho del cuello, logrando así su propósito mortal”. Por eso, la figura que solicitó el fiscal a los jueces es la de homicidio calificado con alevosía, por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género.
Para Galarza, hubo varias claves en la instrucción que determinan la culpabilidad de Montiel. En primer lugar citó una huella dactilar hallada en una lata dentro del local, que era utilizada por Arrieta y su mamá para guardar dinero. Ese indicio, obtenido por los peritos de rastros de Cuerpos Especiales de la Policía Científica, fue ingresado al sistema AFIS (Sistema Automático de Identificación Dactilar, IAFIS, por sus siglas en inglés) y eso permitió su identificación.

Además, se obtuvo como prueba una anotación con el teléfono de Montiel en una libreta usada por Nadia con la leyenda “Maxi”. Ese era el número que usaba el acusado al momento de los hechos y que se encuentra secuestrado en el marco de la causa. Incluso del análisis de los datos del celular apareció un mensaje enviado por él mismo: “Me mandé un cagadón, voy a pagar mi error”.
También se encontró en la casa de Osvaldo José Rodríguez (en la que se refugió Montiel durante dos noches) una mochila con las llaves que usaban en el local reconocidas por la mamá de Nadia. En esa diligencia se secuestró un cuchillo compatible con la herida que presentó la víctima. Asimismo, en la casa de la novia que tenía el imputado en ese entonces se incautó una bolsa de friselina color azul (que era con la que entregaba los encargos Arrieta en el comercio) y, entre otros elementos, un termo de acero inoxidable con la imagen de Frida Kahlo. Eso, además, se pudo observar en las cámaras de seguridad cercanas al local.
El fiscal recordó el hecho cometido por Montiel en 2001 y comparó las situaciones para citar lo que se conoce como indicio de oportunidad. “Tomó por la espalda, apoyando el cuchillo en el cuello a la menor, la maniató, la amordazó, la desvistió, la abusó sexualmente y finalmente la acuchilló en la zona del cuello, abandonándola en la creencia de que estaba muerta”, citó Galarza. Y rememoró que también se entregó voluntariamente.
La huella dactilar, el teléfono, la mochila con las llaves del local de Nadia y un cuchillo compatible con la herida que sufrió la chica, la bolsa de friselina y el termo son las evidencias en su contra con las que el tribunal deberá evaluar el caso. Además, el fiscal pidió que se considere como un agravante la premeditación (porque llegó con el arma en su poder al negocio de Nadia) y la reincidencia en un delito previo de similares características.
LA DEFENSA DE MONTIEL
El abogado defensor del acusado, Diego Rodríguez, puso en duda la contundencia de la prueba recolectada y pidió la nulidad de uno de los allanamientos realizado porque supuestamente no estaba la orden emanada por el Juzgado de Garantías interviniente. Habló también de policías sin identificación, armados, que actuaron de manera violenta en la casa de la calle Nogoyá, en Villa Centenario, Banfield, donde se alojó Montiel por dos noches tras el crimen.

“Montiel no fue el asesino de Nadia”, aseguró el defensor, y pidió la absolución del imputado. Pero, asimismo, aclaró que en el caso de que el tribunal no comparta el pedido, solicitó que no sea considerado como un femicidio ya que no había relación de pareja o vínculo entre Nadia y Montiel. Por último, planteó la inconstitucionalidad de la reincidencia, porque en su criterio “una persona no puede ser juzgada dos veces por un mismo delito”.
Lo que más llamó la atención de su planteo es el reclamo para que Montiel no sea condenado a perpetua, que son 50 años de cárcel efectiva. “Solapadamente eso es condenarlo a la pena de muerte por las condiciones carcelarias. Montiel quedaría en libertad recién a los 88 años”, señaló.
BEATRIZ, LA MAMÁ DE NADIA: “FUE TODO MUY DURO”
“Ojalá que le apliquen la pena máxima. Confío en que el tribunal sea severo”. Acompañada por familiares de víctimas como Matías Bagnato, María Luján Rey y Mara Maidana, entre otros, Beatriz Arrieta expuso su sentimiento luego de la audiencia en un breve diálogo con Primer Plano Online.
Es que luego de tres días de debate oral, tuvo que revivir junto al papá de Nadia toda la brutal secuencia que se llevó la vida de su hija. “Fue un día muy duro, sólo espero justicia”, concluyó.