Por el crimen de Judith Viviani en Haedo hay tres detenidos: dos varones y una mujer. La justicia intenta establecer por estas horas quien es el cuarto integrante de la banda que se escapó en el momento en que la Policía realizaba un allanamiento en una vivienda particular de Ciudadela, a donde había sido detectado el último vehículo robado por los delincuentes en el raid que acabó con la vida de la docente de 52 años.
Según confirmó Primer Plano On Line con fuentes judiciales, los apresados son Luciano Leguizamón (20), Walter Leiva (24) y Natalia Pires (20). Los investigadores también secuestraron un revólver 38 especial, Jaguar, con una vaina servida y 5 cartuchos intactos. Pero hay un inconveniente para lograr la constatación de que esa fue el arma homicida: las pericias balísticas se realizarán recién la semana que viene. No es demasiado el tiempo que esperar: en la provincia de Buenos Aires, algunas pruebas químicas pueden tardar hasta un año.
Ahora, el fiscal Fernando Capello, a cargo de la causa, tiene 15 días para sustentar la acusación con pruebas, prorrogables hasta sumar un mes. En ese lapso, si consigue elementos que confirmen la autoría del asesinato, entonces podrá solicitar al juez de Garantías Alfredo Meade la prisión preventiva de los acusados.
Fuentes judiciales confirmaron también a Primer Plano On Line que César Leiva (38) nunca estuvo detenido. Es hermano de uno de los apresados pero no tiene nada que ver con el hecho que se les imputa a las tres personas que están tras las rejas. “La detención se produjo en un domicilio de Ciudadela a donde se llegó luego de tareas de inteligencia y comprobando que estaba allí el último vehículo robado esa noche”, explicaron los informantes a éste medio. No fue Fuerte Apache, sino una vivienda ubicada a 200 metros de ese barrio. También éste medio pudo averiguar que, en el momento en que fueron atrapados, un cuarto hombre se escapó corriendo del lugar y actualmente se trata de establecer quién era y si formaba parte de la banda, cosa de la que tanto el fiscal como la Policía están convencidos.
El arma también está siendo periciada por personal de la Policía Científica. Hoy al mediodía declaró ante el fiscal Agustín, el hijo de la docente, que estaba con ella en el momento del crimen. Relató ante el funcionario judicial los hechos tal cual se conocen: llegaban a su casa con su mamá que había ido a buscarlo a una fiesta, bajó a abrir la puerta y apareció un Citroën C3 negro. Ella alcanzó a gritarle a su hijo para que corriera y se refugiara adentro. Forcejeó con los asaltantes, no se sabe si para resistirse al robo de su Renault Duster o si para impedir que entraran a su casa. El resultado fue fatal: le dispararon en la nuca y escaparon sin llevarse nada.
El joven también le dijo al fiscal que está en condiciones de realizar una rueda de reconocimiento, pese a la angustia con la que expresó cada una de sus palabras debido al trauma que todavía padece. Ese trámite aún no tiene fecha.