Esteban Bellido tenía 39 años y era papá de tres hijos. El mayor de ellos de su mujer con una pareja anterior, al que amaba como propio y criaba como tal, y los dos restantes fruto del amor con su esposa: la nena y el varoncito nacido hace 15 días.
Esa familia ensamblada sólo miraba hacia adelante, tenía proyectos y la ambición de poder tener un futuro un poco mejor. De hecho, tras tres meses de un arduo trabajo y de pasar las pruebas de rigor, la semana pasada había sido efectivizado como trabajador de la empresa de gaseosas Manaos.
Ayer al mediodía Esteban fue asesinado por balas policiales en la esquina de las calles Escribano y Mujica, del barrio Vernaza de Virrey del Pino, en otro hecho que pone la lupa sobre el accionar de la fuerza. Como informó Primer Plano Online, por el hecho hay once efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) que quedaron aprehendidos y a disposición de la justicia, mientras avanzan las pericias de rigor para intentar establecer qué pasó. Para la familia del fallecido, no hay dudas de que se trató de un caso de gatillo fácil.
“A mí me habló un vecino y me cuenta que a Esteban le había disparado la Policía y había caído a una cuadra del lugar. Supuestamente la Policía estaba haciendo un rastrillaje a un búnker de la zona. Él había llevado el auto a un mecánico pero como el taller estaba cerrado le dijo a un vecino que iba a dar una vuelta y volvía. En ese trayecto es donde se encuentra con la Policía, que venía disparando, se asusta y sale a correr. Ahí lo alcanzaron y le dieron dos tiros por la espalda”, contó hace instantes al canal C5N Karina, la cuñada de Bellido.
Por estas horas, el fiscal Gastón Duplaá, de la UFI Temática Homicidios de La Matanza, espera los resultados de la autopsia que le están practicando al cadáver en la morgue judicial de Lomas de Zamora. Además, aguarda por indagar al personal policial involucrado para que explique qué hacía ese escuadrón en el lugar, a bordo de tres móviles afectados a violencia de género y realizando qué tarea.
Además, la prueba de dermotest (restos de pólvora en las manos) para confirmar quién o quiénes dispararon, aunque en principio la imputación correrá para todos los que participaron del procedimiento. Fuentes judiciales confirmaron a Primer Plano Online que no existió ningún enfrentamiento armado y que la víctima fatal no tenía armas, por lo cual la versión de una supuesta amenaza contra los policías es falsa.
Vecinos de la zona auxiliaron a Bellido, pero murió prácticamente en el acto. La autopsia tendrá la verdad sobre la cantidad de balazos que recibió y también las pericias, a cargo de Gendarmería Nacional, echarán luz sobre la cantidad de disparos ejecutó el grupo policial. Otra cosa que también fue corroborada por este medio que no existía ninguna orden de allanamiento para la realización de algún procedimiento en la zona, en donde se hace que la venta de drogas es una constante.
Las y los agentes que esperan declarar ante el fiscal son Nicolás Acosta; Florencia Barrios; Federico Daniel Florencio; Nicolás Torres; Sofía Benítez; Javier Iman; Matías Silva; Gonzalo Díaz; Kevin Vallejos; Maximiliano Villalba; y Noelia Bazán. Para estas once personas, la imputación es la de homicidio calificado por el uso de arma de fuego agravado por su condición de funcionario policial, que tiene una pena en expectativa de perpetua.