No fue un buen inicio de domingo. Fabio, el propietario de la casa de repuestos ubicada en Rivadavia 22.498 de la localidad de Ituzaingó recibió el llamado de un operador de la compañía de seguridad dándole aviso de la activación de la alarma de su local. Aunque en principio todo hacía pensar que se trataba de un robo, minutos después pudieron constatar en forma remota por las grabaciones de video del sistema de monitoreo que un Bora color gris se había incrustado en su negocio. Ya se veían en las imágenes la presencia de un patrullero y la ambulancia.
El conductor, Ariel Damián Telio de 29 años, acuso que lo seguía la policía y eso habría precipitado su marcha, aunque el oficial Luque de la Comisaría 1° de Ituzaingó, a cargo del operativo, negó tal circunstancia. Lo cierto es que el hombre circulaba a gran velocidad por avenida Rivadavía en sentido Padua-Ituzaingó y al llegar a su intersección con la calle Cortina, tal como quedó registrado en el asfalto, frenó bruscamente, impactó contra el cordón y se subió a la vereda incrustándose violentamente contra el local comercial.

Minutos después del siniestro llegó la ambulancia que trasladó a Telio al Instituto de Haedo, verificando en el lugar su condición general de salud: estaba consciente y por no llevar puesto su cinturón de seguridad sufrió algunos golpes al impactar de lleno con su cabeza en el parabrisas del vehículo que quedó destrozado.
A los pocos minutos se hizo presente en el lugar la madre del conductor que vive a dos cuadras de allí. Notablemente consternada la mujer se lamentaba por lo ocurrido y pidiéndole disculpas al propietario del local le manifestó que ya había perdido un hijo en otro accidente de tránsito.
También conmocionado por el siniestro, Fabio, dueño de la casa de repuestos, se consoló con la suerte de que el hecho ocurriera un domingo cuando el local comercial estaba cerrado: “si esto pasaba un día de semana con uno de nosotros detrás del mostrador y algún cliente adentro hubiera sido un verdadero desastre”. En cuanto a los daños materiales, el accidente dejó destrozos en la pared exterior, el ventanal, las rejas, uno de los parantes de la mampostería del local y las marquesinas dispuestas en ese extremo del negocio.
Cuando pasaron ya algunas horas del siniestro, el Bora permanece intacto en el lugar con las luces encendidas, el motor destrozado chorreando aceite y la batería conectada. No pueden apagar el contacto ni removerlo hasta tanto culminen las pericias y el fiscal a cargo dé la orden. Interviene en el hecho la UFI 2 de Morón.