Un peligroso delincuente que estaba en la mira de investigadores judiciales y policiales fue detenido ayer por la tarde en Hurlingham en inmediaciones de su domicilio de la calle Jufré y Colombo, en Villa Tesei. Curioso, pero pese a tener orden de captura el sujeto seguía haciendo de las suyas por el barrio.
Según pudo saber Primer Plano Online, Joel Alexander Cañete había sido identificado por personal de la Fiscalía Nº 5 de Morón luego de una serie continuada de robos de autos a mano armada, vehículos que luego fueron abandonados. En uno de esos hechos el sujeto dejó sus huellas dactilares marcadas y, por su fisonomía corporal y el testimonio de las víctimas, logró ser rápidamente identificado. Desde principios de junio tenía pedido de captura oficializado por la justicia de Garantías.
¿Cómo descubrieron su accionar? A partir de una serie de datos recopilados desde el lunes 5 de junio, cuando uno de sus cómplices, identificado por fuentes de la investigación como Darío Sebastián Almirón, caminaba con otro sujeto por la calle Salvador Curuchet al 3100, entre Dean Funes y Los Indios, de Castelar norte, buscando la ocasión para robar.
En esas circunstancias se cruzó con un joven, sacó un arma de entre sus ropas y lo amenazó para que le entregue su teléfono celular. Como si fuera poco la intimidación, también le pegó un culatazo, pero no le pudo robar nada por un llamado al 911 realizado por un vecino y la rápida intervención policial, que detuvo a los atacantes.
Una vez en la comisaría y puestos a disposición de la justicia saltó la ficha: Almirón estaba siendo investigado y buscado desde el 8 de mayo pasado. Lo tenían en la mira e identificado por varios delitos cometidos en Morón y en Hurlingham, entre ellos, por lo menos tres robos de autos en los que quedó filmado su violento accionar.
La trilogía de escenas de las que participó el malviviente fueron compendiadas por Primer Plano Online en un video. Aquel detenido (Almirón) no actuó solo: su coequiper también fue identificado, pero permaneció hasta ayer evadiendo la acción judicial. Era Joel Alexander Cañete.
El primero de los robos fue el pasado 8 de mayo en Villa Tesei, partido de Hurlingham, sobre la calle Liszt al 800. Allí, una pareja descendía del auto cuando tres sujetos (entre los que estaban Almirón y Cañete) abordaron a las víctimas para llevarles su rodado. Incluso a la mujer uno de los ladrones la tomó del cuello: les robaron un Ford Fiesta blanco y los celulares.
El segundo de los delitos que le imputan a la dupla delictiva ocurrió el 22 de mayo, aunque nadie puede asegurar que entre un hecho y el otro no haya ocurrido alguno más. Fue sobre la calle Benito Villanueva al 2100 de Castelar, cuando una mamá estaba a punto de entrar a su casa con su hija, de apenas tres años. Almirón y Cañete la abordaron, la obligaron a entregar las llaves del Toyota Yaris y huyeron. El coche fue hallado en la madrugada siguiente abandonado en Hurlingham y en el vehículo había evidencias de quiénes fueron los ladrones.
Con Almirón ya detenido, Cañete siguió robando: el 5 de junio (día en que fue detenido su compañero de fechorías) su rostro fue captado por cámaras de seguridad sobre la calle Rolland al 1700, en Villa Tesei, cuando abordó a un vecino que terminaba de estacionar para robarle su Peugeot 2008. El coche fue encontrado abandonado media hora después en la calle Niza, entre Cetrángolo y Manuela Pedraza.
Los fiscales Claudio Oviedo y Marisa Monti, de la UFI Nº 5 de Morón, supervisaron un allanamiento realizado en la vivienda de Cañete sobre la calle Jufré al 1700, casi esquina Colombo, de Villa Tesei. Pero no estaba y quedó en condición de prófugo. Ahí mismo, a pocos metros de la finca, fue detenido ayer sábado. “La Policía lo tenía en la mira”, detalló una fuente de la investigación.