Desafiado en su poder territorial pero con la chance de dirimir liderazgo luego de años de tensión, de una relación tirante y de interactuar en un mismo espacio sin ningún tipo de vinculación personal más allá de lo político, Juan Zabaleta tuvo quizá el mejor cierre de los últimos años.
Puso en la vereda de enfrente a La Cámpora, el sector con el que mantiene una sorda batalla interna y al que ahora enfrentará el próximo 13 de agosto en las urnas. “Hay compañeros que piensan distinto y eso no está mal. Y hay situaciones que, en política, hay que naturalizarlas y que pasen”, reflexionó en una entrevista mano a mano con Adrián Noriega en el programa periodístico Primer Plano por el canal Somos, de Flow.
Será un mano a mano en donde la política partidaria pondrá la mirada con particular atención, porque se trata de dos espacios en pugna con terminales en las altas esferas del poder. Mientras Zabaleta se aseguró el respaldo del Frente Renovador vernáculo con la inclusión de Fabrizio Acuña como primer precandidato a concejal, Damián Selci -el postulante que le dará batalla- se muestra con referentes del oficialismo para evidenciar los apoyos con los que cuenta.
“Drama es el jubilado que no le alcanza la jubilación mínima, que un pibe no tenga un aula, la inseguridad. Cuando hay un compañero que piensa distinto es importante que nuestras vecinas y vecinos decidan quiénes son los mejores para representar a Unión por la Patria”, se sinceró el intendente. “En política se gana cuando se amplía”, agregó.
“Amo Hurlingham, que me dio la oportunidad de cumplir el sueño de ser intendente”, indicó el exministro de Desarrollo Social de la Nación, que también afirmó que pretende continuar en el cargo por “todo lo que falta hacer” en el distrito. “Recordar la universidad, el hospital Papa Francisco, haber podido avanzar en políticas contra la inseguridad, habernos hecho cargo del sistema alimentario escolar. Y quiero hacerme cargo de las deudas y de lo que falta”, completó.
Además, refirió que uno de los grandes objetivos que tiene por delante es el Parque Industrial, con la chance de generar ocho mil puestos de trabajo. “¿Cómo no vamos a soñar con ponerlo en marcha en el cordón más importante del Camino del Buen Ayre podamos radicar empresas y generar trabajo?”, concluyó Zabaleta.
