Hay un detenido por el crimen del empresario Leonardo Quinteros en Pontevedra. Fue tras la realización de cuatro allanamientos realizados por la Policía en la localidad de González Catán, La Matanza, a partir de la pista de un auto que resultó soporte de los asesinos, que huyeron con la camioneta de la víctima.
Fuentes de la investigación informaron a Primer Plano Online que, en el marco de los procedimientos dispuestos por la Justicia de Garantías de Morón a solicitud del fiscal Pablo Masferrer, de la UFI Nº 2 de ese Departamento Judicial, la Policía incautó un arma de fuego -que se está peritando para establecer si fue la usada en el asesinato- y un celular.
“La pista que seguimos fue la de un Renault Clío color champagne que fue culata de la camioneta robada y acompañó a ese vehículo hasta que lo abandonaron en Virrey del Pino. Lo captaron cámaras de seguridad del Municipio de Merlo y una particular de Catán”, precisó una fuente de la pesquisa. Por ahora la hipótesis principal es que se trató de un robo, aunque nadie cree que haya sido al voleo sino con planificación previa.

Quinteros (49) empresario del rubro frigorífico y padre de cuatro hijos, fue ejecutado el pasado miércoles 31 de enero de un balazo que le ingresó por el lado derecho del abdomen y salió por el glúteo izquierdo por delincuentes que le robaron la camioneta VW Amarok azul, con la que salía de su quinta en la localidad de Pontevedra de vacaciones hacia la ciudad de San Bernardo.
Es una zona descampada, en donde no suele haber movimientos y mucho menos de madrugada. Vivía en ese domicilio, ubicado en Olaya y Otamendi de la mencionada localidad de Merlo, junto a su esposa y la hija de la pareja, de 8 años. La familia estaba en modo vacaciones, a punto de disfrutar unos días en el mar.
“Lo sorprendieron cuando abrió el portón para salir de su casa”, precisó una fuente de la investigación. El disparo mortal, en lo que se cree fue un intento por defenderse y resistir que ingresen a su casa, se lo pegaron con un arma calibre .9 milímetros.
En el lugar se oyeron dos disparos, por lo que no se descarta que Quinteros se haya defendido con el revólver que tenía en su vehículo. En el lugar, de todos modos, los investigadores hallaron sólo una vaina. El horario del ataque se pudo establecer a partir de una comunicación que el fallecido le realizó a su sobrino, con quien trabajaba en el frigorífico, para avisarle vía WhatsApp que se había olvidado la llave de otra puerta de la vivienda.
En ese momento se sospecha que sucedió la emboscada mortal. Fue la actual pareja de Quinteros la que se asomó por la ventana al escuchar las detonaciones y lo vio caminando unos pasos tomándose el abdomen, ya herido. A los pocos metros cayó ya sin vida.
