Mónica Beatriz Lloret, la mujer que sobrevivió a la masacre de Hurlingham pero perdió a su bebé de nueve meses de gestación, aseguró que sintió el momento exacto en el que la bala entró en su vientre y mató a su hijo, y pidió que el homicida de su marido, su suegra, sus dos cuñadas y su concuñado «no tenga privilegios y sea enviado a un penal con presos comunes».
En una entrevista vía telefónica con una canal televisivo, Lloret, de 36 años, afirmó que durante el episodio por el cual está detenido el chacal Diego Loscalzo (35), recibió cinco balazos, cuyas «heridas se van curando», pero que le «cuesta muchísimo curar el corazón».
«Fue una noche aberrante, porque nunca nos esperamos esta situación», relató Mónica, quien permaneció varios días internada, al igual que su hija Camila, de 12 años, en el Hospital Posadas recuperándose de las heridas que recibió una en cada pierna, una en el tórax, otra debajo del pecho y la restante en el vientre. Ésa última provocó la muerte a Mateo, el bebé que iba a nacer al día siguiente.
La mujer remarcó que al ingresar el balazo «ahí es cuando (el agresor) termina con la vida de Mateo». «Yo no perdí a mi hijo, porque mi hijo estaba por nacer, se movía dentro mío hasta hacía poco. Yo sentí cuando la bala entró y se desparramó algo caliente. Él mató a mi hijo. Le hicieron la autopsia y tiene una bala que atravesó su cuerpito», detalló.
En la entrevista, la mujer pidió que el acusado Loscalzo «no tenga privilegios y que lo lleven a un penal con otros presos comunes» y subrayó: «Nosotros no tuvimos privilegios, nos mató y no le importó a nada, arruinó a muchas familias y dejó a muchos chicos huérfanos». Además, relativizó la versión acerca de que el imputado quiere suicidarse o tiene tendencias suicidas. «Es mentira que se quiere matar, es mentira que está loco. Si lo hubiese querido hacer lo hubiese hecho en ese momento y no lo hizo».
La masacre fue cometida la noche del 5 de este mes y tuvo dos escenarios: el primero en Cañuelas al 2400, de William Morris, donde fueron asesinados Romina Maguna (34), Vanesa Maguna (38) y Darío Daniel Díaz (33) y fue herida Cinthia López Gotta (38); y el otro en Schubert y Beethoven, en Hurlingham, donde murieron baleados José Maguna (34) y Juana Paiva (55), y fueron heridas Lloret y su hija Camila (12).
Según el relato de Mónica, ese día su marido José le había pedido a su madre Juana que fuera a su casa en Hurlingham a acompañarlos porque su bebé estaba a punto de nacer. «Juana vino a estar conmigo porque yo había perdido el tapón mucoso y estaba con contracciones. Por eso, Vanesa, Romina y Uriel (hijo de Romina), también habían venido a comer con nosotros. Ellos estaban constantemente conmigo a la espera de la llegada de Mateo. Era su sobrino y estaban felices por su llegada», dijo.
Después de esa secuencia comenzó la masacre concretada por el chacal.