Al fin un intendente sale del circuito de las frases hechas y asume públicamente lo que es un secreto a voces: la mayoría de los 135 responsables de los Ejecutivos Municipales rechaza la ley que impone como límite máximo para ocupar ese cargo dos mandatos en forma consecutiva.
Se trata de Guillermo Britos, jefe comunal de Chivilcoy, que planteó en una entrevista con Adrián Noriega y Norman Díaz que “está muy bien que se modifique” la ley para habilitar que, en rigor, sea la ciudadanía con su voto la que determine si una gestión debe continuar o no administrando un Municipio.
Durante la emisión del programa periodístico Primer Plano por el canal Somos de Flow, el excomisario detalló los por qué de su posición. “El intendente de Necochea, vecinalista igual que yo, tiene 47 años, va en el segundo mandato. Ganó con el 50% de los votos, y el que lo sigue sacó el 14%. Si la gente lo quiere, si hace una buena gestión, ¿por qué no puede volver a ser intendente?”, se preguntó.
“La Constitución de la Provincia de Buenos Aires dice que la reelección es indefinida”, precisó Britos, que amplió su mirada al cargo de Gobernador también. “Si la gente lo vota, que haga tres mandatos”, consideró. En el caso de ese cargo sí el límite máximo de permanencia es el de 8 años, es decir, una sola reelección.
“Veo bien que la gente decida con su voto si el intendente lo merece. De hecho, hay muchos intendentes que hicieron un mandato y se fueron”, expresó, tal fueron los casos de Ramiro Tagliaferro en Morón o de Martiniano Molina en Quilmes, o de “otros que volvieron después de mucho tiempo”, como Julio Alak en La Plata o Juan de Jesús en el Partido de la Costa.
La Fiesta del Asado Criollo y el armado disidente en el peronismo
Este fin de semana, Guillermo Britos ofició de anfitrión de un colega y un dirigente peronista con el que se conoce hace años. Se trata de Fernando Gray, mandamás de Esteban Echeverría, y de Juan Zabaleta, exintendente de Hurlingham. Fue durante la tercera edición de la Fiesta del Asado Criollo que se realizó en Moquehuá, partido de Chivilcoy.
La presencia del trío en esa celebración popular local tuvo, asimismo, un mensaje cifrado al interior del peronismo bonaerense. Gray y Zabaleta son las caras visibles de un armado enfrentado abiertamente con el kirchnerismo y que planea un espacio superador para promover ofertas electorales propias.

“¿Con La Cámpora nada que ver, ni a la esquina?”, indagó Noriega a Britos en la entrevista televisiva. “No puedo porque la gente no me votaría. De hecho, yo dejé a Sergio (Massa) cuando él hizo el acuerdo con Máximo Kirchner). Mi forma de trabajar, de ser, no tiene nada que ver con lo que representa, al menos en mi distrito, La Cámpora”, se sinceró el chivilcoyense.
“Eso no quiere decir que no se pueda trabajar en conjunto en bien de la gente, está claro. Si mañana a través de Kicillof La Cámpora consigue algo para Chivilcoy, yo lo aplaudo, es lo que tenemos que hacer los políticos. Ahora, compartir lista no”, concluyó.