Grave: la barra brava de Vélez amenazó a los jugadores del plantel profesional en la Villa Olímpica de Ituzaingó tras la derrota contra Huracán. Uno de los más afectados por el episodio fue el juvenil Gianluca Prestianni, que además es menor de edad (tiene 17 años), quien poco después de la cobarde agresión que padeció pidió irse de la institución.
Según trascendió, un grupo de violentos ingresó al predio ubicado en Villa Udaondo e increpó al plantel, que terminó el torneo con malos resultados y eliminado de la Copa Argentina. El futbolista incluso publicó un mensaje en redes sociales -que rápidamente borró pero ya había sido capturado- con un mensaje lapidario: “así estamos. Esos son los barras, que le pegan a los pibes”.
Primer Plano Online consultó con fuentes policiales y judiciales y la respuesta fue que los móviles se acercaron al lugar a intentar averiguar sobre lo sucedido, pero no obtuvieron respuestas. “Nadie quiso denunciar”, informaron voceros de una investigación que se inició de oficio pero sin más elementos que los que trascendieron públicamente.
Esta mañana, a través de sus cuentas oficiales, Vélez Sarsfield “lamentó” y “repudió” la “situación intimidatoria” que sufrieron “algunos futbolistas del primer equipo” en las inmediaciones de la Villa Olímpica. “En Vélez Sarsfield, promovemos los valores del deporte, la integridad y el respeto a las personas bajo toda circunstancia. Todo acto de violencia debe ser condenado”, señaló la entidad.
El club, inmerso en una crisis futbolística e institucional, aseguró que está “a disposición de la Justicia”, aunque el jefe de seguridad del predio no realizó la denuncia policial luego del apriete. Sobre el final, la institución remarcó su “apoyo” al entrenador Sebastián Méndez y al plantel, e instó a salir “adelante” con unidad. “Saldremos adelante trabajando unidos, pero siempre con los valores que han distinguido históricamente a la familia velezana”, concluyó.