Golpeó a su novia en el ingreso a una estación de subte, quedó filmado por cámaras de seguridad y la mujer decidió no realizar la denuncia correspondiente. Sin embargo, la justicia inició de oficio la investigación y un fiscal lleva adelante la acción penal en contra del sujeto, que mantiene su relación sentimental con la víctima.
Las imágenes fueron captadas por domos del Centro de Monitoreo Urbano en la estación Flores de la línea A del subterráneo porteño. Se hicieron virales en los últimos días y hoy se conoció la decisión de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 28 de la Ciudad, que continuará la investigación “aunque la víctima no haya querido hacer la denuncia”.
En este sentido, el fiscal a cargo del caso, Martín Perel, consideró que si bien la acción para investigar este tipo de delitos es de instancia privada, en este caso esa dependencia judicial debe investigar en razón del interés público. “Nos encontramos frente a un caso de violencia de género en el cual el Estado Argentino tiene la obligación de actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar”, fundamentó el funcionario.
Por otro lado, la mujer fue contactada por personal de la Oficina de Asistencia a Víctimas y Testigos (OFAVyT) del Ministerio Público Fiscal y, si bien manifestó que no quería instar la acción penal ni solicitó medidas de protección ya que quería continuar la relación con el imputado, durante la entrevista “se evidenciaron características de naturalización de la violencia, entrampamiento y dependencia emocional”, precisaron fuentes con acceso al expediente en trámite.
De esta forma, el fiscal entiende que es posible sostener que su falta de instancia “no ha sido una decisión autónoma y libre, sino que ha sido producto de la situación de violencia y de vulnerabilidad en la que se encuentra”. Por tales motivos, al menos por el momento, se continuará la investigación respecto de las lesiones sufridas por la víctima.
Por último, también se instó al imputado a cumplir con las medidas restrictivas que le fueron impuestas: prohibición de contacto por cualquier medio, prohibición de acercamiento a menos de 500 metros del domicilio, lugar de trabajo, estudio, esparcimiento o habitual concurrencia de la mujer, entre otras.
