Faltaban cuatro cuadras para llegar al Banco Comafi, a donde se dirigía a depositar dinero. El conductor del Renault Logan de la aplicación Uber fue derecho por la Ruta 3 y dobló para retomar por Arieta, donde está la sucursal de la entidad financiera. Pero una moto con dos ladrones tenía otros planes para esa jornada: se cruzó delante del auto y se desató la tragedia. Los asaltantes mataron a una mujer e hirieron al chofer para robar 40 mil pesos luego de disparar a quemarropa contra la ventanilla del acompañante.
Como consecuencia del brutal ataque, María de los Ángeles Caccone (39), familiar de los dueños de un frigorífico que tiene cuatro sucursales en La Matanza, recibió un disparo que le ingresó por el cuello. Fue trasladada a un centro asistencial, a donde llegó sin vida. Era empleada administrativa y madre de dos hijos. Ambos juegan al fútbol en el Club 12 de Octubre, de Laferrere. “Estamos desconsolados”, dijo Yésica, hermana de la víctima, en medio de la conmoción. Los asesinos dispararon contra la ventanilla del acompañante primero y luego contra el chofer de Uber llamado Juan Marcelo Rearte, contratado por la empresa cárnica para realizar el viaje. El conductor recibió una herida con orificio de entrada y salida en la cintura y se encuentra grave.
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Sin embargo, en la parte trasera del auto también viajaba Marcos Fabián González (35), compañero de Caccone. El sujeto fue detenido anoche ya que los investigadores sospechan que entregó información a los ladrones que concretaron el robo acerca del depósito bancario que iba a efectuar con la víctima. Al imputado le encontraron 19 mil pesos en efectivo escondidos dentro de su ropa interior “que no pudo justificar”, y no tenía teléfono celular, por lo que los pesquisas creen que lo descartó después del violento robo. Allí podría estar la clave para esclarecer definitivamente el caso.
Tras el crimen, el fiscal Claudio Fornaro, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, se presentó en el lugar y dispuso distintas diligencias con el objetivo de identificar a los agresores. Entre otras cosas, el funcionario pidió las cámaras de seguridad de la zona, en donde se aprecia a los atacantes esperar la llegada del vehículo. De acuerdo al testimonio de testigos, los delincuentes «eran menores o no tenían más de 19 años», al tiempo que coincidieron en señalar que se trató de «una entrega».
