“Necesitamos el laboratorio de alta complejidad cuanto antes. No podemos pedirles a los chicos que reciben quimioterapia que esperen de 8 meses a un año para recibir la donación”. Gabriela Peirano, la responsable de ‘El Ejército de Alejito’, una fundación creada para concientizar a la población sobre la importancia de donar médula ósea y ayudar, de esa forma, a salvar vidas, reiteró en una entrevista con el programa Primer Plano Recargado la necesidad de construir en el país un laboratorio de alta complejidad que permita acortar los tiempos para tipificar las muestras de sangre extraídas.
Todavía conmovida por el enorme respaldo popular que recibió en la convocatoria que hizo hace unos días frente al Congreso Nacional, la mamá de Alejo Trani –chiquito de 8 años que murió a causa de una leucemia en 2016- pidió que el Estado avance con la estructura para evitar, de una vez por todas, las demoras. La inversión de 1.2 millones de dólares no debería ser un impedimento para que algo tan trascendente sea una realidad.
Es que, como ya explicó Primer Plano On Line en artículos anteriores, la no existencia de un laboratorio de esas características -que en Sudamérica sólo posee Brasil- obliga hoy a que las muestras sanguíneas aportadas por donantes al momento de inscribirse en la Argentina deban ser enviadas a un laboratorio estadounidense para ser tipificadas según su histocompatibilidad, perdiéndose un mínimo de nueve meses en el proceso.
“Entre que una persona va a un centro de hemoterapia y manifiesta su consentimiento de ser donante de médula, esa muestra va al INCUCAI, y hasta que la registra en el Banco Mundial de Donantes pasan 8 meses a un año. Y ese tiempo el cáncer no lo espera. Los chicos menos. Los estamos matando”, finalizó Peirano.