El reconocido psicoanalista Gabriel Rolón dejó una serie de reflexiones sobre el rol social que cumple la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y valoró la inserción de la casa de altos estudios en la comunidad.
Durante una charla que mantuvo con Andy Kusnetzoff en su columna semanal del programa Perros de la Calle por radio Urbana Play FM 104.3, el licenciado en Psicología arrancó pidiendo permiso para contar algo de su vida personal. “¿Te puedo contar algo positivo yo?”, indagó al conductor. Y ahí reveló que el viernes pasado estuvo en el teatro de la entidad académica para brindar su espectáculo.
“Yo nací en La Matanza. Cuando me crié allí, en Laferrere, un chico de mi edad no podía ni soñar con ir a la universidad. Y mucho menos soñar con que la universidad te quedara cerca de tu casa. Se estudiaba en Capital, en La Plata, en Rosario, en Córdoba. Son divinas esas universidades y funcionan muy bien, son un orgullo. Pero el otro día me emocioné mucho y te juro, en el camarín me puse a llorar”, empezó su alocución ante la atenta mirada del panel.
“Dije: pensar que los pibes que hoy nacen acá tienen a 15 cuadras de su casa esto, que es una universidad que te juro que es un orgullo, que se parece a esos campus que uno mira en las películas de universidades americanas, que tiene unas salas hermosas, que tiene un anfiteatro para que los alumnos escuchen sus clases”, desarrolló.
“Yo ahí fui a dar mi obra de teatro, pero se utiliza para cosas académicas también. Y además me emocionó mucho enterarme que es la universidad en el país que más recibidos tiene por cada alumno que se anota. El 64% de los chicos que van a la Universidad de La Matanza, que por lo general son chicos pobres, de trabajadores que hacen lo que pueden, se recibe, 64%, más que en cualquier otra universidad del país”, enfatizó.
Rolón también consideró que esos números representan “una buena noticia en medio de un panorama tan horrible como el que estamos atravesando”. Y redobló la apuesta: “a la hora de discutir ideas, repito: la universidad pública y gratuita es un milagro. La educación pública es un milagro, la salud pública es un milagro”, afirmó.
“Por supuesto que alguien lo tiene que pagar. Pero qué cosa es una patria que un lugar que está dispuesto a abrazar a aquellos que no pueden. Si no, no somos una patria. Es una buena noticia saber que hoy los chicos que nacen, donde yo nací hace 62 años y no había nada, tienen una universidad que tiene el mayor nivel de recibidos por inscripción de todo el país”, concluyó.