Una de las tantas historias que se esconden detrás de los siniestros viales y que, en la mayoría de los casos, las familias de las víctimas deben encarar en soledad. Brian Colángelo (23) es un joven vecino del barrio Las Cabañas en Udaondo, Ituzaingó, y desde el sábado pasado a la madrugada permanece internado a raíz de las heridas que padeció por la mala maniobra de una conductora.
Ocurrió en la esquina de Muñiz y Atacama, mientras el chico se dirigía en su Honda Twister 250 en dirección a la avenida Santa Rosa, acompañado por amigos que también se desplazaban en moto. Sin embargo, al llegar a esa intersección, un Peugeot 208 blanco conducido por Andrea Pietrobuono (41) dobló a la izquierda y provocó la colisión.
“Mi hijo voló por encima del techo del auto”, le contó Carolina, la mamá de la víctima, a Primer Plano Online. Según le indicaron los amigos de su hijo, la mujer se negó a presentar su documentación y esperó la llegada de la Policía, que la trasladó a la comisaría para labrar las actuaciones. Todo mientras una ambulancia llegó a los pocos minutos para trasladar al joven a un centro de salud.
“Mamá, no te asustes pero tuve un accidente. Me están llevando al Haedo”, le refirió en esa breve comunicación Brian a Carolina. Fácil imaginarse cómo el corazón de esa madre entró en pánico: es hijo único. De inmediato ella también se fue para el establecimiento sanitario. Cuando arribó se entrevistó con los médicos, que le confirmaron el cuadro del chico.
El dinero reunido para comprar las prótesis que permitan la operación
“Brian tuvo fractura de fémur y perdió mucha sangre por una hemorragia a partir de la herida en la pierna. De hecho, el lunes tuvieron que hacerle dos transfusiones de sangre. Y nos recomendaron los clavos que había que comprar para poder operarlo, que cuestan más de un millón de pesos. Con ayuda de la familia, de amigos y compañeros del trabajo pudimos juntar el dinero”, precisó la mamá.
Esta mañana de miércoles la mujer se presentará en el Instituto Güemes para entregar la factura de compra y poder avanzar con la planificación de la cirugía reconstructiva traumatológica. Habrá que esperar que los médicos pongan fecha y rogar que sea cuanto antes, por lo complicado del calendario y las festividades que se aproximan.
Para la familia de Brian fue todo a pulmón: él es repartidor, no tiene un empleo estable y hace changas en la semana, por lo tanto no cuenta con obra social. Esperará ahora el avance de la causa judicial porque el seguro de la mujer que lo embistió deberá enfrentar las consecuencias de su acción.
“No me interesa hablar con ella. No quiero saber nada, porque por su irresponsabilidad casi pierdo lo único que tengo”, completó Carolina.