20.8 C
Buenos Aires
lunes, diciembre 4, 2023
spot_img

EXCLUSIVO: El estremecedor relato de una pareja cuya beba murió al nacer en el Hospital de Morón y terminó con el despido de la directora

El peor temor de los padres que esperan un hijo y parten rumbo al centro de salud en que una futura mamá dará a luz es volver a casa con las manos vacías. Y más cuando detrás de la ausencia de ese bebé anhelado hay sospechas de mala praxis.

Anoche, en una emisión especial, el programa periodístico Primer Plano Recargado presentó un testimonio verdaderamente dramático de una pareja que perdió a su hija en la misma noche en que todo estaba dado para su nacimiento. Una enorme incógnita rodea a un caso estremecedor, en donde se entrecruzan las sospechas de negligencia médica con condicionantes biológicos y la lentitud en la atención a una mujer que se desangraba en la sala de guardia obstétrica del Hospital de Morón.

En medio del dolor y la impotencia, una denuncia judicial que todavía no avanzó, y una decisión fuerte adoptada por el intendente Ramiro Tagliaferro que se conoció en la noche de ayer: el desplazamiento de la directora de ese centro de salud por “disconformismo” en el manejo de esta y otras situaciones de crisis.

LOS HECHOS

Karen Pérez llevó un embarazo de manera normal hasta los seis meses de gestación, donde un día sintió que su hija Giulianna amagaba con nacer. Siempre se atendió en el Hospital de Morón, y lo que le indicaron los médicos era que se podía tratar de un parto prematuro. Por eso estuvo internada dos veces: la primera a las 28 semanas y la segunda a las 33. En la primera ocasión le indicaron que la criatura ya estaba en condiciones de nacer porque tenía los pulmones desarrollados. En la segunda volvió al nosocomio pero ya estaba con dilataciones, pero igual los profesionales le recomendaron que continúe con la gestación porque para su beba era mejor seguir en la panza.

La medicaron con Duvadilan, que es la pastilla para endurecer el útero y evitar las contracciones, pero también la derivaron al sector de pacientes de alto riesgo una vez que le dieron el alta. “La doctora que me recibió me preguntó qué hacía tomando esas pastillas, que ya estaba de 35 semanas y eso era malo para mí y para el bebé”, indicó Karen. En paralelo era inyectada para ayudar a la maduración de los pulmones de Giulianna.

Hasta ahí nada diferente a cualquier otro embarazo, con altos y bajos. Pero el sábado 14 de octubre, el sueño de papá y mamá pasó a ser un infierno. Unas horas antes del Día de la Madre, Alejandro y Karen fueron a comprar el regalo para ese domingo, que lejos estuvo de ser de festejo. Al volver a su casa, la joven fue al baño y notó en su ropa interior una mancha de sangre. Desesperada, llamó a su mamá, quien se puso en alerta y juntas salieron de urgencia al hospital. En el trayecto pasaron a buscar a su marido, que regresaba de trabajar. Llegaron al centro de salud y se desató una odisea imposible de borrar de sus registros mentales. El relato de aquella secuencia eriza la piel, principalmente por la poca humanidad que recibió de los profesionales que la asistieron.

Luego de aguardar más de 40 minutos en una camilla de la guardia de obstetricia, dos enfermeras que la recibieron se retiraron del lugar a “fumar un cigarrillo”, dado que según recuerda la mamá de la beba “entre ellas se decían que no había nada para hacer”. Unos minutos más tarde apareció una partera, que le preguntó qué le pasaba y le pidió que se baje los pantalones. Al ver la cantidad de sangre que perdía, la profesional empezó a gritar “cesárea de urgencia”, y la trasladaron al instante al quirófano. Entre que la anestesia no le tomó bien a Karen, la respuesta del anestesista, la intervención y que se despertó la mujer pasaron otros 40 minutos aproximadamente.

En ese lapso estuvo sola, al menos sin la compañía de ningún ser querido. Cuando volvió en sí le preguntó a otra enfermera como estaba la chiquita, y recibió como respuesta que estaba en neo. Pero giró su cabeza y vio acercarse a un equipo médico con la beba vestida, hasta con pañales, pero ya fallecida. Después sobrevino una explicación clínica que no convenció a nadie, en donde todas y cada una de las cosas que le fueron expresadas tanto a Karen como a sus familiares sonaron más a un justificativo que a una respuesta científica de lo ocurrido. Para los médicos, según le dijeron a esa mamá, la causa de la muerte fue que la beba tenía dos vueltas de cordón, y que la mujer había sufrido un sangrado por el desprendimiento del 85 por ciento de la placenta. Incluso, en palabras de la víctima, la partera llegó a decirle: “si llegabas 10 minutos antes la beba se salvaba”.

DERIVACIONES DEL CASO

Durante la emisión del programa Primer Plano Recargado, voceros oficiales del Municipio informaron a Adrián Noriega, el conductor del ciclo periodístico, que el intendente Ramiro Tagliaferro había tomado la decisión de desplazar a la directora del Hospital de Morón, Viviana Bertolini. La responsable del nosocomio dejará el cargo en las próximas horas “por el desmanejo del hospital y por desconocer lo sucedido con Giulianna, sumado a que no cumplió con los objetivos trazados”. El jefe comunal cortó por la sano y tomó la responsabilidad política del desplazamiento.

El martes próximo entra en funciones como nuevo director del centro de salud, Manuel Klein. Se trata de un médico que ejerce la profesión desde hace 40 años, graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde también es docente de pregrado, y especialista en el área de internación hospitalaria. Cuenta con una amplia trayectoria en hospitales, y ocupó la presidencia de la Sociedad Argentina de Medicina.

A partir del trabajo de la producción del programa periodístico, desde la Fiscalía Nº 8 del Departamento Judicial Morón, a cargo de la fiscal Adriana Suárez Corripio, se activó una investigación que al principio estuvo planchada. Es decir, recién cuando se enteraron que el caso se hacía público empezaron las diligencias para acceder a la historia clínica del embarazo de Karen, que fue solicitada en abril al hospital pero nunca remitida a la justicia. ¿El motivo? La remitieron al área de legales del Municipio.

Incluso desde la Dirección del nosocomio atendieron personalmente a Karen y Alejandro una vez que las autoridades tomaron conocimiento de que el matrimonio estaba decidido a pedir que se esclarezca lo sucedido. Primero fue la ahora desplazada directora Bertolini y luego hubo varios llamados de asistentes suyos a Karen, la mujer que perdió a su beba, siempre con el tenor de averiguar sobre los hechos y saber si necesita algo. Es dable creer que el cambio de actitud, luego de 8 meses sin siquiera una charla personal, fue por la advertencia de que la pareja iba a contar todo por televisión.

Primer Plano pudo saber que hubo casos similares en un hospital que atiende 7 mil partos por año. Pero en otras circunstancias primó la resignación por parte de los padres de las criaturas que terminaron con graves lesiones o hasta incluso fallecidas, como pasó con Giulianna.

Lo más visto

Artículos destacados

¿Lo leíste?

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img