En su primera entrevista televisiva con un medio regional desde que asumió el cargo, hace tres meses, el intendente de Hurlingham, Damián Selci, detalló por qué mudó su oficina a los barrios del distrito en lo que fue una de las primeras acciones al frente de la comuna.
En rigor, el flamante mandatario intenta crear su propio perfil y ante la consulta sobre el vínculo que mantiene con el exintendente Juan Zabaleta, afirmó que tienen una buena relación.
“Prefiero hablar con los vecinos antes que con los medios”, aseguró en varios tramos de la charla con Adrián Noriega en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano por la señal Somos, de Cablevisión.
“La salida de la pandemia no es un lecho de rosas. Es lo mismo que deja una inundación cuando el agua baja: muchas pérdidas. Entre otras cosas se perdió el vínculo entre autoridades políticas y vecinos, por eso tener cerca al intendente me parece que era lo primero que yo tenía que hacer”, reflexionó.
Así argumentó la determinación de trasladar su oficina a capillas, centros de jubilados, sociedades de fomento, en donde atiende a cuanta persona quiera conversar con él “sin filtro” ni necesidad de pedido de audiencia previa. Lo hace dos veces por semana, donde se traslada a instituciones prestigiosas de los barrios del distrito.
“Se genera un clima distinto, que le permite al vecino plantear sus cosas, demandas e inquietudes, y me permite saber de primera mano lo que pasa en los barrios”, señaló Selci.
El formato elegido es enviar un operativo integral del Municipio a determinada barriada, elige una entidad de referencia que forme parte de la sociedad civil y alrededor de esa institución se ponen a disposición todos los servicios que brinda el gobierno local, además de PAMI y Anses y el Mercado a Precios Populares.
En medio del despliegue, Selci se instala. “La gente llega, se entera que estoy y pide verme”, contó. “Pasan y hablan conmigo. Después hay otras personas que se enteran y van exclusivamente a verme, por eso trato de quedarme dos días en cada lugar, aunque nunca alcanza”, refirió.
Son entre 25 a 30 vecinos y vecinas por día que puede entrevistar. Escucha planteos vinculados a lo que pasa ahí, en el barrio: por caso, en los lugares donde no hay cobertura de cloacas o agua potable es el primer tema que surge. En otros lugares se oyen problemas de tipo personal, como faltante de chapas para un techo o demandas de trabajo hasta poda de árboles y mujeres que se acercan hasta él con situaciones de violencia de género.
“Hoy por hoy lo más recurrente es la situación económica, la inflación y los precios, que son temas que por distintos lugares lo ves entrar siempre en la conversación. También el saldo emocional de la pandemia: gente que empieza a hablar, dice dos palabras y se pone a llorar. Abrazo, contención y ver cómo podemos ayudar desde el Municipio”, concluyó.