Con la declaración de los últimos testigos y los alegatos de las partes concluyeron ayer las audiencias por el crimen de Mónica Olañeta, la vecina de Ituzaingó que apareció muerta en su casa de la calle San Fernando al 2700. El final del debate llegó apenas unos minutos antes de que se paralice la justicia nacional hasta fin de mes por orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Como informó Primer Plano Online, único medio que brindó cobertura al juicio, en la primera de las audiencias declaró el único acusado por el sangriento episodio, ocurrido el 3 de marzo de 2018. Víctor Ezequiel Palmero, quien era yerno de la víctima, está con prisión preventiva por orden del juez de Garantías que intervino, decisión luego ratificada por la Cámara de Apelaciones de Morón. En su testimonio ante los magistrados se declaró inocente y explicó que llegó a la casa de su suegra, se encontró con la mujer tirada y ensangrentada y salió de inmediato a pedir ayuda. De hecho, quedó claro en el debate que fue él mismo quien llamó al 911 para pedir ayuda.

En el escenario del crimen había mucha sangre desparramada, restos de pelos en el piso, manchas de dedos en la pared y el cuerpo de la víctima estaba semidesnudo, con la ropa interior superior rota. Incluso la declaración de su pareja, hija de Olañeta, lo complicó seriamente, cuando confió que había encontrado en el lavarropa de su casa una bermuda de Ezequiel ensangrentada. Y aclaró que no había intentado ser lavada, sino que estaba seca y depositada en ese electrodoméstico. Esa pista fue clave para la investigación.
Lo cierto es que el resto de los testimonios que se escucharon en el debate poco aportaron para esclarecer el hecho. Solamente hubo dos personas en el lugar del crimen: la víctima y el asesino. No hay cámaras de seguridad ni testigos presenciales. Tampoco se puede hablar de femicidio, porque no está claro si entre quien la mató y Mónica había algún tipo de relación de pareja ni medió un ataque sexual previo.
Por eso, el fiscal del juicio, Hernán Moyano, utilizó la figura de homicidio simple en su alegato y pidió una condena de 18 años para Palmero. Por su parte, basado en el principio de inocencia y en su interpretación de que no hay pruebas contundentes en contra de su cliente, la defensa pidió la absolución del acusado y su inmediata liberación. El próximo 27 de marzo se conocerá el veredicto de los jueces.