La justicia de Morón excarceló a Cristian Damián Taltabull (36), el vecino de Merlo detenido en su casa de San Antonio de Padua el pasado 30 de abril acusado de haber manoseado a mujeres en la vía pública en Ituzaingó.
La decisión fue tomada por el juez de Garantías Nº 2, Ricardo Fraga, quien aceptó el planteo realizado por la defensora oficial del imputado. La fiscal María Alejandra Bonini, de la UFI Descentralizada Nº 2 de Ituzaingó, no se opuso a la medida. El magistrado le impuso al sospechoso una caución personal, es decir, alguien de su entorno cercano que será garante de que cumpla con el proceso.
Detuvieron al acusado de manosear mujeres en Ituzaingó: las tres denuncias en su contra y los antecedentes penales del sospechosohttps://t.co/DPMAzTE30x pic.twitter.com/fzfulaYLEg
— Primer Plano (@primerplanotv) May 1, 2025
Si bien el acusado continúa negando haber sido el autor del delito tipificado como abuso sexual simple por haberle tocado la cola a una joven que circulaba en bicicleta por la calle Saldán, entre Thorne y Europa, hay otros elementos que se sumaron al expediente que pusieron también en duda que sea el hombre buscado.
Cómo fue la detención de Taltabull
“Tiene distintas sus manos y además tiene un tatuaje muy grande en el cuello que debería verse en las fotos”, precisó una fuente de la investigación consultada por Primer Plano Online. La justicia también valoró que no se profugó después de que, días antes de su detención, le habían apedreado la casa.
En rigor, la noche del 30 de abril pasado una comitiva de la SubDDI de Ituzaingó llegó hasta su vivienda con un ardid. “Le dijeron que iban a corroborar la denuncia que había realizado el día anterior por el ataque que sufrió. Una vez que abrió la puerta le informaron que estaba detenido”, detallaron los voceros.
Además, Taltabull insistió en su indagatoria ante la fiscal que no era “ni parecido” al hombre de la moto y que su imagen, que se viralizó por redes sociales, “había sido distorsionada con inteligencia artificial”. Presentó, asimismo, coartada sobre lo que había estado haciendo al momento del caso de la joven abusada y en su casa no incautaron ni la moto ni ninguna vestimenta que sea similar a la usada por el abusador.

Un dato que pudo corroborar este medio, asimismo, es que el imputado integra una familia policial, e incluso alguien cercano a él trabaja en la Brigada de Investigaciones, que fue la que concretó su detención. Pese a este elemento, el sujeto tiene que rendir cuentas a la justicia por otros dos expedientes.
Los otros hechos que le imputa la justicia
El primero tiene fecha del 7 de diciembre pasado, cuando fue detenido en un control policial en jurisdicción de la comisaría 3ª de Las Cabañas, en Ituzaingó, mientras circulaba con un auto VW Gol robado en Villa Luzuriaga, partido de La Matanza. El delito fue cometido el 27 de mayo y la víctima fue abordada a punta de pistola por los delincuentes.
La segunda causa se originó el día en que la Policía lo interceptó a bordo de ese rodado en la intersección de Peredo y Orán, y en su afán por escapar realizó “maniobras evasivas temerarias y peligrosas desobedeciendo” la orden de detenerse. Mediante un operativo cerrojo los uniformados lo detuvieron en Ratti y Andalgalá.

Pese a ser excarcelado, el proceso judicial sigue su curso. Taltabull enfrenta cargos por los delitos de desobediencia a la autoridad, encubrimiento agravado por el ánimo de lucro y abuso sexual simple. Es decir, que no esté preso no significa que no sea culpable. Eso se determinará con el juicio de rigor y las pruebas que se puedan sumar a la investigación.
Cabe recordar que hubo otras dos denuncias por manoseos en las calles. La primera fue realizada por una joven de 27 años el pasado 24 de enero: mientras circulaba por la vía pública el motociclista se le acercó y la manoseó en su zona genital para luego escapar a toda velocidad.
La segunda fue el pasado 24 de abril, donde una mujer de 31 años que se trasladaba en bicicleta fue abordada en la intersección de Martín Rodríguez y Cerrito y el abusador le manoseó los pechos para luego huir con la moto azul en la que circula.








