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jueves, octubre 3, 2024
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Estudiantes de colegio de Castelar quedaron varados varias horas en Ezeiza por un paro de maleteros

Si bien no hubo incidentes, chicos y chicas manifestaron sus quejas con cánticos por el cansancio que traían después de su travesía por Bariloche tras el soñado viaje de egresados. Los trabajadores de Intercargo demoraron la entrega a causa de una asamblea.

Gritos, insultos y cánticos coparon anoche el hall central del aeropuerto de Ezeiza luego de una nueva asamblea de trabajadores de la empresa Intercargo que demoró por más de tres horas la entrega del equipaje de pasajeras y pasajeros que llegaron a la estación aerocomercial desde distintos puntos del país y del mundo.

Entre otras personas perjudicadas hubo estudiantes del colegio Mahatma Gandhi de Castelar que retornaba de su viaje de egresados en Bariloche contratado con la empresa de turismo Travel Rock.

Como viene pasando desde hace ya varias semanas, las repentinas medidas de fuerza de parte del personal de la mencionada compañía demoran por un buen tiempo la entrega de sus pertenencias a viajantes que llegan a destino tras horas de vuelo.

La bronca de chicas y chicos anoche se acumuló con quienes tampoco podían hacerse de sus maletas y que nada tenían que ver con la travesía de fin de curso.

“Prendé la cinta, la p… que te parió” fue el hit de la noche en el aeropuerto. El cántico resonó durante por lo menos tres horas, que es lo que tuvieron que esperar las y los estudiantes del establecimiento ubicado en la mencionada localidad de Morón junto a otros de Claypole, de Tigre y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El malhumor no sólo fue por la imposibilidad de hacerse de sus pertenencias. Se sumó al cansancio que traían los contingentes, que en todos los casos habían tenido que dejar sus hoteles a las 10 de la mañana, como indica el protocolo, y desde entonces estuvieron aguardando para reencontrarse con sus familias.

Después de las quejas, los insultos y el griterío que no sólo involucró a estudiantes, cerca de la medianoche pudieron recuperar su equipaje y regresar a sus domicilios, que no dejó de tener otra travesía. Es que la compañía de viajes puso un micro para evitar que las familias vayan a Ezeiza y, en el caso de la escuela de Castelar, fue la última en llegar a destino. Antes hicieron recorridos por el conurbano para dejar al resto de los grupos.

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