Eran las 11 y cuarto del mediodía en la jornada del lunes que había arrancado con la tragedia en el cruce a nivel de Mariano Acosta, donde una formación del Sarmiento arrolló a un colectivo de la línea 503, hecho que provocó dos muertos.
Sobre una formación que iba rumbo a Once, un bebé de meses sufrió un paro cardiorrespiratorio y su mamá, que lo llevaba en brazos, entró en pánico a pedir auxilio. En la estación Ramos Mejía ambos fueron bajados de urgencia porque, según la cartelería que atraviesa toda la traza del ramal, existe lo que se conoce como estación cardioprotegida. Sin embargo, la secuencia pudo haber sido una tragedia si no hubiese obrado un milagro, que fue la presencia de un patrullero que dio socorro al pequeño y su mamá.
¿Por qué no se pudo usar el desfibrilador externo automático que se anuncia como un elemento extra de servicio de emergencia para los usuarios? Según explicaron a éste medio desde el gremio que nuclea a los empleados del tren, se encontraba en la oficina del gerente y bajo llave, pero ese funcionario no se encontraba en la estación al momento de la urgencia.
“Si el chiquito está con vida fue sólo por la excelente predisposición que tuvieron los trabajadores ferroviarios y los usuarios que le hicieron respiración boca a boca y masajes durante algunos interminables minutos, aún sin estar capacitados para eso, hasta que llegó un patrullero y lo trasladó ya cianótico de urgencia al hospital”, le contó a Primer Plano On Line la delegada Mónica Reinoso, quien es delegada de Asistente Operativo de la Unión Ferroviaria.
El Ministerio de Transporte de la Nación anunció a principios de año (la noticia todavía se puede encontrar en la página oficial) que, además de la instalación de los aparatos en las 16 estaciones, el proyecto incluyó la capacitación del personal de boletería, control, limpieza y atención al pasajero, para garantizar que el servicio funcione a todo momento, con recursos humanos con conocimientos necesarios para aplicar el desfibrilador. La capacitación incluyó el buen uso de los equipos y electrodos y la importancia de la detección temprana de los síntomas para una atención eficaz, que se suma a la formación en Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) y primeros auxilios que se proporciona regularmente.
El dato es desmentido no sólo por el sindicato sino por la realidad, a partir de la emergencia vivida ayer con ese bebé. Desde la entidad gremial denunciaron a la empresa Trenes Argentinos con notas presentadas desde el pasado 4 de abril, que luego hicieron extensivas a la Superintendencia de Riesgo de Trabajo, a la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT), al Ministerio de Transporte, al Ministerio de Trabajo, y a la Unión Ferroviaria Nacional.
“En esas presentaciones afirmamos que, según nuestro criterio, la cartelería debería ser la etapa final del proceso donde previamente debe hacerse un análisis, voluntad de adecuación, e instrucción a todo el personal que trabaje en contacto con el pasajero”, señaló la referente gremial. “Con esos carteles se pretendía dar una seguridad a los pasajeros que no era real. Denunciamos que solo algunos trabajadores habían sido capacitados en RCP y que en algunas estaciones ningún trabajador, que ninguno fue capacitado en resucitación de un bebe y que para el caso del desfibrilador se hizo una presentación del equipo y no una capacitación”, finalizó Reinoso.