26 estudiantes de entre 15 y 18 que por algún motivo abandonaron su trayectoria escolar se reinsertaron en el sistema educativo a través de la Escuela Preuniversitaria de Formación Profesional que la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR) puso en marcha en abril pasado.
Se trata de una institución de puertas abiertas, a donde el ingreso es posible en cualquier momento del año, porque en rigor lo que importa es recuperar a la juventud en el camino de la educación. Está bajo la órbita del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) y otorga el título secundario con tres niveles de formación profesional, básicamente con orientación en programación web.
En una entrevista con Adrián Noriega en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano por el canal Somos, de Flow, el rector de la UNAHUR, Walter Wallach, valoró la decisión de la casa de estudios, que partió de la premisa del ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, y de su idea de “ir a buscar a chicos y chicas que quedaron afuera de la escuela por la pandemia” que, además, “son parte activa de la vida de la universidad”.
“Es una escuela técnica que combina formación básica y tradicional con profesional. Aprovechamos las clases, pero también laboratorio, bibliotecas, talleres. Arrancamos con 26, para después de las vacaciones de invierno hay diez chicos y chicas más esperando por ingresar, y estamos viendo cómo hacemos lugar a quien lo necesite”, se entusiasmó el rector al hablar de la iniciativa.
El proyecto de la UNAHUR forma parte de un plan de creación de cien escuelas de estas características, que se lanzó en febrero en Tecnópolis. En una segunda etapa, se espera que lleguen a funcionar 500 de estas escuelas. Esta política educativa apunta a resolver el problema histórico del abandono de los estudios de nivel medio (agravado por la pandemia) y a construir una propuesta atractiva para aquellos y aquellas jóvenes que vieron su escolaridad interrumpida.
El régimen de la Escuela Preuniversitaria de Formación Profesional de la UNAHUR se asemeja más al de una universidad que al de la Secundaria tradicional: es que se trabaja en proyectos que buscan integrar saberes y no hay repitencia. La currícula, además de contar los tres niveles de formación profesional mencionados, incluye Lengua y Literatura, Matemática, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y una alta carga horaria de inglés.