No es descabellado pensar que Diego Santilli pretenda seguir los pasos de María Eugenia Vidal. Es que la exgobernadora bonaerense llegó a la conducir los destinos de la provincia de Buenos Aires con plataforma previa en el gobierno porteño: en 2011 acompañó en la fórmula para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a Mauricio Macri, y en 2015 se postuló al sillón de Dardo Rocha.
Lo que vino después es historia conocida: Cambiemos logró conquistar en las urnas los tres cargos más preciados en la política argentina y desplazó al peronismo del poder. Sin embargo, en 2019 sólo se quedó con la Capital Federal, ya que los votos devolvieron al Frente de Todos a conducir la nación y la provincia.
¿Será que el actual vicejefe de Gobierno porteño y responsable del Ministerio de Seguridad de la Ciudad Autónoma está emprendiendo un camino similar al de Vidal? “Lo que yo haga o no haga va a depender de lo que mi espacio requiera de mí”, respondió Santilli a Primer Plano Online en una entrevista telefónica realizada en el mediodía de ayer sábado.
En la charla, el funcionario habló de la sintonía que mantiene con el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, con quien coordina operativos conjuntos y coincide en varios posicionamientos públicos, como el pedido para bajar la imputabilidad de menores que delinquen. “El delito no es ideológico”, aseguró.
Pero también enfatizó en la necesidad de mantener las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) “para seguir sumándole masa crítica al espacio”, habló del rol de Vidal y de los intendentes de Juntos por el Cambio en la construcción política futura y reflexionó que el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, tiene destino presidencial. “Para mí es la alternativa para 2023, pero falta mucho tiempo”, estimó.
Santilli estuvo la semana pasada en Puente 12 con el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni-¿Es el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, el dirigente del oficialismo con el que mejor sintonía tiene?
-Sergio está haciendo un buen trabajo. Nosotros coordinamos mucho el trabajo conjunto con él, hacemos operativos cruzados. Venimos haciendo un muy buen trabajo este año. Lo hicimos en la pandemia y lo seguiremos en el futuro, sobre todo en la primera etapa de la salida de la gente hacia la costa y en la vuelta. El delito no reconoce fronteras, con lo cual tenemos que estar muy atentos, coordinados y con mucho despliegue para prevenirlos.
-¿Es difícil ponerse de acuerdo?
-Me parece que el delito no es ideológico. La seguridad no es de derecha o de izquierda sino con entender que tenemos que cuidar a las familias. El que más sufre es el que menos tiene, el que se tiene que levantar temprano para tomarse el colectivo y hacer varias cuadras caminando. Y nosotros tenemos que evitar que ese motochorro o esos delincuentes que quieren lastimarlo lo hagan. Y que si alguien comete un delito se haga justicia y tenga una consecuencia. Tenemos que defender a las víctimas, proteger a los ciudadanos, y darle derechos y garantías al que delinque, pero que pague por lo que hizo. Terminemos con esto de que aquel que destroza una familia tiene más derechos que las que sufrieron ese daño.
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-¿Qué les dejó la experiencia de gobierno a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires entre 2015-2019?
-Mirá. Lo primero que tenemos que hacer es salir lo más rápido posible de la pandemia. Esto no terminó, y quedan meses por delante. De hecho, estamos amesetados en la caída de casos, que se ha parado. Lo segundo es poner en marcha el país, generar trabajo, que los chicos vuelvan a clases presenciales. Y después, obviamente, tenemos que construir una alternativa con vistas a 2023. En la provincia de Buenos Aires tenemos nuestra columna vertebral, que es María Eugenia Vidal, los intendentes, y un equipo que nos acompaña desde hace muchos años. Ellos son los que lideran la construcción.
-¿Usted en lo personal tiene proyectado un desembarco político en la provincia?
-Voy a acompañar a los intendentes y a todo el equipo del PRO, del radicalismo y de la Coalición Cívica que trabaja en la provincia de Buenos Aires, y lo que yo haga o no haga va a depender de lo que mi espacio requiera de mí. Yo ya tomé una decisión de vida, cuando firmé acompañando a Horacio Rodríguez Larreta para el segundo mandato, que implicaba que no podía ser candidato a jefe de Gobierno porteño en 2023, así que estaré donde el espacio me necesite.
-¿Eso incluye la elección legislativa del año que viene?
-No sé, no estoy pensando en eso. Lo que pienso es que recuperemos la actividad, que volvamos a los niveles de trabajo que teníamos y después veremos.
-¿El liderazgo opositor en la provincia en manos de quién está?
-Claramente pasa por María Eugenia Vidal y los intendentes. Jorge Macri (Vicente López), Grindetti (Néstor, de Lanús), Garro (Julio, de La Plata), Montenegro (Guillermo, de General Pueyrredón), los radicales del interior de la provincia. Todos ellos son los líderes de la provincia de Buenos Aires.

-¿Necesitan una PASO para ordenar candidaturas?
-Sí. Yo estoy a favor de que las PASO continúen para seguir sumándole masa crítica al espacio. Hay que seguir sumando peronistas, independientes, hombres y mujeres de diferentes extracciones.
-¿Y con qué estilo se identifica más dentro de los extremos que hay en su espacio?
-En todos los espacios políticos hay voces diversas. Y eso es muy sano. Pero está claro que yo acompaño el liderazgo que viene construyendo Horacio Rodríguez Larreta.
-¿Rodríguez Larreta tiene futuro presidencial?
-Para mí es la alternativa para 2023, pero falta mucho tiempo.
-¿Cómo quedó el vínculo con el gobierno nacional y con el provincial después de la quita de coparticipación a la Ciudad?
-Tenemos diferencias, pero las tenemos que superar. En términos de pandemia no hay otra opción. Y trabajo, producción y educación son todos temas en los que no tenemos que tener diferencias. Vamos a seguir trabajando juntos con una mirada conjunta.