Un tatuador fue atacado en su casa de El Palomar por el tío de un joven que había ido a realizarse un tatuaje en el domicilio en el que atiende y, en un descuido, le quiso robar el celular. Lo más increíble del hecho es que el agresor, que está detenido, lo amenazó con un arma y se terminó disparando a sí mismo en medio de un forcejeo. Cuando asistió herido al hospital Posadas, la Policía lo aprehendió.
Para repasar un poco la historia de lo sucedido hay que remitirse al pasado 25 de julio, día en que el acusado, identificado por fuentes de la investigación como Y.F. (sus iniciales son porque es menor de edad), acudió con su novia a la vivienda en la que el profesional de dibujos en la piel, ubicada a tres cuadras del barrio Carlos Gardel. Tomó un turno previo y lo visitó con la finalidad de realizarse un tatú en su brazo.
“El cliente le pidió una botella de agua y, cuando se dio vuelta para alcanzársela, le robó el celular sin violencia, simplemente lo tomó y se lo guardó en la cintura. Cuando el tatuador, se dio cuenta, le pidió que se lo devuelva, y el ladrón se sentó en un sillón y lo dejó caer. Fue entonces que la víctima le pidió que se retire”, precisó un investigador consultado por Primer Plano Online.
Lo que siguió luego de ese hecho fue una serie de posteos en redes sociales realizados por vecinos de la zona escrachando a Y.F., a quien acusaban de “no tener códigos” por robarle a gente del barrio que trabaja, como por ejemplo, a quienes manejan y trasladan personas a través de aplicaciones.
Lo que la familia del señalado interpretó es que varios de esos posteos fueron realizados por el tatuador, a quien comenzaron a amenazar vía telefónica: “te voy a matar, voy a entrar a tu casa y te voy a robar todo”, era el tenor de los textos y comunicaciones que recibía la víctima.
La concreción de la amenaza y el disparo que autolesionó a su autor
El martes pasado, el autor de las amenazas apareció en el domicilio del tatuador con el objetivo de concretar aquello que había espetado por la aplicación WhatsApp. Hasta allí Mauricio F. con su sobrino Y.F. Ingresaron de prepo a la vivienda en donde estaba la víctima y, una vez adentro, se originó la sangrienta escena.
Siempre según la descripción realizada por los investigadores, ya en el interior de la finca tío y sobrino directamente lo atacaron. Mientras Y.F. le aplicó un golpe de puño en el rostro, lo que originó un forcejeo entre ambos. En esas circunstancias, Mauricio F. sacó un revólver de entre su roba y le apuntó al tatuador a la altura del estómago.
Ahí se produjo una pelea cuerpo a cuerpo entre ambos que terminó cuando Mauricio F. efectuó un disparo que lo separó de la víctima para luego escapar corriendo del lugar. Lo insólito fue que, con ese disparo, el agresor se terminó hiriendo a sí mismo en una pierna. Por eso, una vez que el tatuador realizó la denuncia, la Policía lo identificó fácilmente cuando acudió al hospital Posadas con el balazo.
Mauricio F. quedó detenido y se negó a declarar ante la fiscal Marisa Monti, de la UFI Nº 5 de Morón. La funcionaria judicial le imputa los delitos de amenazas simples reiteradas, amenazas agravadas por el empleo de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil. Mientras, se investiga qué imputación le cabe al resto de los imputados, entre los que hay varios familiares más de Y.F.
