“Debido a que estuve en boca de todos en las últimas 24 horas decidí hacer este video”. Mariano Aguirre, un enfermero de 35 años que desde hace 16 se dedica a asistir a personas en diversas instituciones sanitarias, recibió la confirmación de que es portador de coronavirus y tuvo que filmarse desde su casa, donde se encuentra aislado, para enfrentar las difamaciones e insultos que recibió en los últimos días.
“Hace 72 horas me diagnosticaron covid positivo. Al momento en el cual empecé a sentir síntomas hice todo lo que correspondía: llamé al servicio de emergencias y me fueron a buscar para ponerme en aislamiento correspondiente”, comenzó su relato el muchacho, domiciliado en el Barrio Nuevo de Villa Udaondo, en Ituzaingó.
“Está circulando mi foto y la de mi familia. Les quería comentar que estamos aislados. Tengo dos trabajos, con lo cual eso no me permite andar paseando, como muchos dicen. El lunes a la mañana fui a comprar y, cuando me enteré de mi situación, me comuniqué con la dueña del negocio y le pedí, por favor, que tome las medidas pertinentes para la seguridad de ella y la de sus empleados”, continuó con su descargo el enfermero.
Mariano siguió el video con su crudo testimonio. En rigor, en la incómoda situación de tener que explicar por qué se enfermó un trabajador de la salud de esos a los que a las 21 todas las noches la gran mayoría del pueblo argentino sale a aplaudir. “No comparto social con nadie del barrio, y muchas veces la gente que necesitó de mis servicios lo hice sin dudar”, enfatizó, al tiempo que precisó que hizo el video porque “muchas veces se trata de acusar a la persona sin tener idea de quién es”.
El enfermero aclaró también que su familia se encuentra en buen estado de salud en general, a la espera de nuevos resultados para saber si hay algún positivo más en la casa. Quizá lo más triste de la breve filmación es el momento en que Mariano cuenta, a corazón abierto: “no fue mi culpa contagiarme, lo hice porque tengo que trabajar para sustentar las necesidades de mi familia”.
Y concluyó: “les deseo buena vida a toda esa gente que levanta el dedo acusador. La vida da vueltas: acuérdense que el personal de salud siempre va a estar presente para atenderlos”.
