El sindicalista Jorge D’Andrea representa a un gremio de los denominados chicos (por la cantidad de afiliados) y quizá su principal virtud al frente de la organización gremial es ser un buen administrador de los recursos económicos. Hace varios años que se mantiene al frente de Asociación de Trabajadores de Sanidad de la Argentina (ATSA) y es, además, secretario general del Movimiento Político Sindical (MOPOSI), espacio que nuclea a un puñado de gremios y organizaciones.
En 2017 intentó liderar la CGT seccional oeste, pero se frustró en el intento. No alcanzó a reunir el consenso de otros popes sindicales de la región. A fines de ese año igual llegó a la vicepresidencia del Partido Justicialista de Morón de la mano de Juan Zabaleta, intendente de Hurlingham, no sin antes haber pasado, en varias ocasiones, por el municipio de Merlo, para pedir el respaldo del mandamás Gustavo Menéndez, que se encaminaba a presidir el PJ de la provincia de Buenos Aires.
Lo que sucedió en aquel entonces fue que, entre los diversos sectores del peronismo moronense, establecieron el mecanismo de alternancia al frente de la estructura partidaria local, algo similar a lo que pasó a nivel bonaerense. Esto es decir que presidente y vice se reparten la conducción y alternan un año la presidencia. En su caso, la alternancia es con el joven dirigente Santiago Muñiz, lo que deja evidenciado un fuerte contraste en la forma de conducir. D’Andrea, más identificado con el peronismo ortodoxo y Muñiz, aferrado a una conducción edulcorada.
Al finalizar su período como presidente del PJ Morón, en diciembre de 2019 y ya con el Frente de Todos en el poder nuevamente, D’Andrea amagó con no respetar el acuerdo y aferrarse a la conducción partidaria, pero no obtuvo el suficiente respaldo interno para consolidar la maniobra. Violín en bolsa, guardó su intento y cedió la presidencia, tal cual indica el acuerdo. En ese año, la sede del gremio ATSA, ubicada en pleno centro de Morón, fue elegida como búnker del Frente de Todos en las PASO y en la elección general de octubre. Allí se festejó el triunfo electoral que catapultó a Lucas Ghi a la intendencia.
Pero cuando llegó el momento de la distribución de cargos en la estructura municipal, D’Andrea quedó muy relegado y casi no pudo pedir por los suyos. Pasaron los meses y hubo varias idas y venidas en la relación política entre el representante de los denominados ‘Gordos’ de la CGT y el ala política del poder municipal. Herido, en la red social del pajarito, D’Andrea realiza posteos en apoyo al presidente Alberto Fernández, pero ignora totalmente la figura de Ghi.
En la semana dialogó con el periodista Jonatan Viale en radio La Red sobre la situación sanitaria en el conurbano. Cuando fue consultado por el estado de los hospitales públicos, rápidamente D’Andrea se encargó de hacer referencia al Hospital Municipal de Morón. Y valoró: “hace 60 días atrás, el hospital de Morón no tenía insumos. Hoy están los insumos y los respiradores”.
El 8 de octubre fue convocada una reunión virtual por la plataforma Zoom. El eje central del conversatorio fue el sostenimiento de la unidad del Frente de Todos en Morón y el desafío electoral 2021. Los oradores fueron Ghi, Jorge Laviuzza (presidente del Concejo Deliberante), Paula Majdanski (jefa del bloque de concejales oficialistas), Gabriel Barquero (vicepresidente del Concejo Deliberante) y el mencionado Muñiz.
El moderador de esa charla fue el actual secretario de gobierno y principal armador político del Frente de Todos, Diego Spina. Fueron invitados a participar del cónclave virtual, otros dirigentes del peronismo local y líderes sindicales como el representante de los trabajadores municipales Luis Duré (muy cercano a D’Andrea). Aunque, precisamente, el titular del gremio de la sanidad no recibió el link para ser parte de la charla.
Hay varias interpretaciones que realizaron algunos participantes del mitin frentista. Una de ellas está orientada al encuentro, con foto incluida, que días previos mantuvo D’Andrea con el diputado nacional Walter Correa y con Adrián Grana (en pleno proceso de ruptura de Grana con el sabbatelismo). La excusa de ese cónclave difundido por redes sociales a modo de mensaje fue motorizar una campaña para la donación de plasma. Pero fue, en rigor, un dardo al corazón de la política moronense.
Otro participante del Zoom oficialista fue más allá y vaticinó una posible incorporación de D’Andrea a la agrupación peronista que el diputado provincial Adrián Grana lanzará el próximo lunes, oficializando de esa manera su alejamiento de Nuevo Encuentro. Pero el gremialista tampoco goza de la simpatía que supo ganarse con el intendente itinerante de Merlo, Gustavo Menéndez.
Atrás quedaron los abrazos y las charlas entre compañeros. Es que, con algunos gestos y no con pocas fotos y posteos en redes sociales, el sindicalista le suele mojar la oreja al jefe comunal con más millas aéreas. Por ejemplo, el pasado 8 de octubre, aniversario del nacimiento de Juan Domingo Perón, D’Andrea viajó a Lobos junto a Luis Morales, actual subsecretario de Seguridad de la Nación, mano derecha de la ministra Sabina Frederic, y ex funcionario del municipio de Merlo durante el gobierno de Raúl Othacehé.
Morales era considerado un tipo del riñón del ‘Vasco’. Abogado, egresado en la Universidad de Morón, según comentan en su entorno está armando para gobernar Merlo en un futuro no muy lejano, desafiando a la familia Menéndez, que planifica la continuidad de Karina en el cargo que hoy ostenta su hermano, el intendente tik tokero. D’Andrea puso a disposición de Morales su estructura sindical y la del MOPOSI para lo que se viene. Una dura batalla en Merlo.