El pasado jueves todo era fiesta en el estadio Monumental. Argentina venció 3-0 a Bolivia en un partido por eliminatorias para el Mundial de Qatar, Lionel Messi marcó los tres goles y la gente alentó sin parar al equipo que esa noche también festejaba con su público la obtención de la Copa América que ganó hace dos meses en Brasil.
Con oficio de periodista y sensibilidad futbolera, Ezequiel Fretes de la señal TyC Sports y vecino de Castelar, tuvo a su cargo la entrevista post partido a Leo Messi. Era la primera vez en su carrera profesional que lo tendría cara a cara. Si bien lo había entrevistado una vez en la llamada zona mixta junto al asedio de decenas de periodistas y otra en el piso de un estudio de televisión junto a un panel de colegas, ésta sería una situación diferente que sin saberlo resultó histórica: hizo llorar al mismísimo 10.
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Sabiendo preliminarmente que se trataría de una entrevista corta de dos o tres preguntas, que es lo establecido protocolarmente, Fretes salió a la cancha. “Traté en la primera pregunta de abarcar cuestiones que eran importantes para él: los tres goles convertidos; volver a jugar en Argentina con público; batir el récord de Pelé y cómo había vivido el hecho de volver al estadio con su gente”, le confió el periodista a Primer Plano Online.
Y sobre el inesperado resultado y las repercusiones a nivel mundial que tuvo su labor hoy reflexiona: “Tuve la lucidez de no seguir preguntándole porque para mí no hay nadie más importante que el protagonista, y si es Messi llorando mucho más”. Y confiesa: “Hay algunos que en las redes sociales me escribieron que tuve la nota de mi vida y me sobrepasó. A ellos les contesté que no me sobrepasó en absoluto: no le iba a preguntar sobre Maradona, sobre el récord a Pelé… a quién le importaba eso en ese marco; hubiera arruinado la entrevista. De hecho sé que al pibe le encantó que yo lo dejara hablar”, dice con orgullo y cariño mencionando a Leo con lenguaje de potrero.
Sin embargo, Fretes confiesa que la reacción del 10 de la selección lo tomó por sorpresa y le costó advertir en un principio lo que se venía. Los protocolos de salud impiden poder estar cerca, sumado a que el barbijo no deja ver los labios, el ruido ambiente y el tono de voz bajo del 10 parecían confabularse para entorpecer el ida y vuelta pero los ojos de Messi resultaron ser sus aliados: se le fueron poniendo vidriosos, llenos de lágrimas por la emoción. Muy a tiempo, el periodista lo invitó a soltarse y le lanzó un “estás emocionado” y ahí Leo mencionó a su mamá Celia y a sus hermanos que estaban en la tribuna y se quebró. Fretes pondera también la reacción de su camarógrafo que “le hace un zoom (acercamiento) y se queda con los ojos” que lo decían todo. “Creo que con cualquier periodista con sensibilidad el pibe lloraba”, concluye con modestia Fretes.
Consultado por este medio si no tuvo la tentación de abrazar a Messi para consolarlo y compartir ese momento único que él mismo había generado, Fretes confesó: “me rajan a la mier… los protocolos son muy estrictos y no se puede romper las burbuja”. Es que en ese preciso instante el periodista de Castelar tenía puesto su traje de profesional, no el de hincha. Justamente vestía la indumentaria que le permitió estar al lado del mejor jugador del mundo de estos tiempos, mirarlo a los ojos, con las palabras justas tocar sus fibras más íntimas y hacerlo llorar para que lloremos todos.
