A través de su apoderado, Agustín Oscar Más, el Municipio de Morón presentó ayer ante la justicia federal una denuncia contra los responsables de la firma que administra el local bailable Pinar de Roche, para que se investigue si atentaron contra la salud pública al promover el recital del grupo Damas Gratis en un lugar cerrado y sin el respeto por los protocolos vigentes para llevar adelante la actividad.
La demanda es contra quienes figuran como titulares de la sociedad Vaprisana S.A., Carlos Gustavo Ferreyra y Daniel Rodolfo Roldán, quienes administran el boliche y explotan los rubros bar, restaurant, confitería bailable clase A, y salón de fiestas, entre otras. “Entendemos que los hechos denunciados perjudican directamente al conjunto de la comunidad”, se argumenta en la presentación realizada ante el Juzgado Federal Nº 2 de Morón, a cargo del juez Jorge Rodríguez.
Así como se acusa a los organizadores de fiestas clandestinas del no cumplir con el decreto presidencial que intenta evitar la propagación de una enfermedad pandémica (Artículo 205 del Código Penal), en la denuncia del Municipio se cita la posible “comisión de los delitos contra la salud pública”. “El bien jurídico protegido por la figura legal es la vida de las personas, y el orden público, entendido como la tranquilidad y confianza social en el seguro desenvolvimiento pacífico de la vida civil”, se fundamenta en el texto al que tuvo acceso Primer Plano Online.
Como informó ayer este medio, Pinar de Rocha fue clausurado en la mañana de ayer martes mediante el acta de comprobación Nº0076776, y el intendente Lucas Ghi firmó el decreto Nº 343-2021 en el cual se suspende preventivamente y por el término de 30 días hábiles la vigencia de la habilitación correspondiente a la firma Vaprisana S.A.
Lo cierto es que las autoridades locales, además de estas tres medidas administrativas, buscan una solución definitiva a lo que denominan “el problema Pinar”. ¿Cuál sería? De máxima, que el boliche desaparezca. Citan, por caso, el cierre definitivo de otro boliche emblemático del conurbano bonaerense como supo ser La Casona, de Lanús, luego de que patovicas mataron a golpes al joven Martín Castelucci el 3 de diciembre de 2006.
El histórico intendente de aquel distrito, Manuel Quindimil, firmó luego de la tragedia la clausura definitiva del lugar y revocó su habilitación. ¿Tendrá idéntico destino el local bailable de Villa Sarmiento, que tantos dolores de cabeza causó en los últimos años?