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lunes, enero 20, 2025
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El médico del hospital Posadas decidido a salvar vidas con una simple donación de sangre

Ramiro Menéndez tiene 33 años, integra el equipo de neurocirugía del nosocomio y se encuentra ahora ante la gran oportunidad de ayudar a que otras personas pueda seguir adelante: es donante de médula ósea y recibió la notificación desde Italia sobre su compatibilidad con un paciente adulto. Una historia de altruismo y solidaridad.

Lo fuerte de todo esto es que yo opero todos los días. No es que salvo una vida por jornada, pero sí contribuyo a su calidad de vida. Pero para eso me formé. En este caso se trata de algo muy altruista, que yo tengo y otro no, y que le dono para que siga viviendo sin ninguna gratificación más que la satisfacción personal”.

Ramiro Menéndez tiene 33 años e integra el equipo de neurocirugía del hospital Posadas, ubicado en Morón. También, como profesional de la salud, presta labores en Casa Cuna, y mantiene un contacto directo con patologías complejas. Sin embargo, no es motivo de nota por una acción vinculada a su tarea sino a un acto solidario que intenta contagiar.

“Yo voy a donar sangre desde hace aproximadamente 10 años para el padre de una amiga. Me habló la gente de hemoterapia de uno de los tantos establecimientos en los que doné y me informaron sobre la posibilidad de anotarme en el Registro Internacional de Donantes de Médula Ósea. Así empezó esta historia”, le contó el médico a Primer Plano Online.

En aquel entonces era estudiante y ahora ya es uno de los médicos que aporta sus conocimientos al sistema sanitario público. En el trayecto pasó casi una década y se fue informando mucho más sobre el procedimiento. “Todo se hace en el momento: si das el consentimiento tomar el factor de tu sangre para evaluar si hay alguna persona compatible con vos en el mundo. La médula ósea tiene los mismos factores de compatibilidad que la sangre”, describió.

El llamado que lo conmovió y la expectativa sobre la compatibilidad

Lo que le sucedió en las últimas semanas lo dejó conmocionado internamente a Ramiro. Y, pese a que en un primer momento se ilusionó con un largo viaje por delante, rápidamente esa chance desapareció. Aunque no sus ganas de seguir adelante con el proceso como donante.

Pasaron 10 años de mi primera donación y siempre pensé que había quedado en la nada. Pero hace unos días me llamaron por teléfono desde el Incucai y me informaron que había una posible compatibilidad con una persona de Italia, y que me tenía que sacar sangre de nuevo para confirmarlo. Ahora estamos a la espera con mi hermano mellizo, que también es donante”, narró el profesional.

El médico que dona médula
Donar sangra salva vidas: en la misma donación también se puede dar consentimiento para donar médula y plaquetas

En caso de comprobarse que es compatible con el paciente que necesita el trasplante, lo que viajan al viejo continente son las células pluripotenciales. ¿Cómo se las extraen? Hay dos posibilidades: la menos invasiva es cuando te inyectan durante cinco días una sustancia que funciona como precursor que hace que las células salgan de la médula y se concentren en la sangre, que luego se filtra y ahí son separadas. La otra forma es más compleja, en quirófano y con anestesia general a través de una punción.

Las estadísticas oficiales indican que tres de cada cuatro personas que requieren un trasplante de células de la médula ósea como tratamiento no tienen un donante compatible en su círculo familiar y necesitan un donante no emparentado.

Al enterarse de esta chance, lo único que preguntó fue cuál era el método más seguro para la persona que iba a recibir sus células. “Como me dijeron que es una persona adulta elegí el procedimiento de las inyecciones”, completó la charla con este medio, visiblemente emocionado por la chance de ayudar a mejorar a una persona tan lejana, a la que ni siquiera conocerá.

Ramiro está en pareja con una pediatra y no tiene hijos. Su decisión es personal y cuenta con el respaldo de ella, que tiene en claro la importancia de ser donante. Para finalizar, el médico se refirió a lo trascendente del acto de donar sangre. “El hospital tiene un pool de donantes fijos, pero siempre hacen falta. Así que aliento a que la gente se sume para salvar vidas. Aparte, si nunca te acercás a donar nunca vas a poder saber si podes ayudar a alguien ni enterarte de lo que eso provoca”, concluyó.

En Argentina para ser donante de células hay que inscribirse en el Registro Nacional de Donantes Voluntarios de CPH.

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