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domingo, febrero 9, 2025
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El fin de los manteros en la Plaza de la Cultura de Morón: cómo se reorganizó ese espacio público

Primer Plano Online recorrió el lugar, ubicado sobre la calle Maestra Cueto, entre Cabildo y Salta. Ahora la venta ambulante se concentra en la mitad de la plaza, con puestos numerados y con credenciales otorgadas de manera personalizada a cada una de las personas que comercializan productos nuevos y usados. La otra parte quedó con juegos, maceteros y asientos.

La Plaza de la Cultura, ubicada en pleno centro de Morón, tiene una geografía completamente distinta a la que ofrecía en diciembre pasado. La decisión política adoptada por el Municipio de recuperar el espacio público implica una reorganización de la venta ambulante, que ahora se lleva adelante mediante puestos habilitados con credencial para cada titular en la mitad del lugar.

La otra parte de la plaza, en tanto, quedó destinada, tal cual su plan original, para esparcimiento: se observan juegos para niñas y niños, maceteros y asientos. Además, un sector tipo escenario destinado para eventos culturales. “No más manteros” es la decisión que tomó el Ejecutivo local y que llevó adelante sin la necesidad de topadoras ni de la fuerza policial como algunos sectores políticos le reclamaban.

Según explicó a Primer Plano Online Estefanía Franco, titular de la Secretaría Unidad Intendente, la intervención se hizo efectiva durante tres días la semana pasada, en donde a todos los vendedores les tomaron sus datos “y el 70% no eran de Morón sino de Matanza, de Merlo y de Moreno”.

“Censamos a toda la gente y menos de 100 son de nuestro distrito. Había mucha gente indocumentada, pero se constató el domicilio y así comenzó la reorganización”, detalló la funcionaria. “Trabajó todo el equipo del Municipio para cotejar los datos y tuvieron prioridad, para instalar los puestos, personas con situaciones de vulnerabilidad, con muchos hijos y sin trabajo formal”, precisó Franco.

Plaza tomada por manteros en Morón
Una vista aérea de la Plaza de la Cultura, con manteros armando una feria al aire libre: esa esa la geografía hasta diciembre pasado

Una recorrida por los 80 puestos que quedaron en la Plaza de la Cultura

Durante la recorrida que este medio realizó ayer por los puestos este medio corroboró la venta libre de ropa de diversos modelos, calzado de verano como ojotas, bijouterie de fantasía, sahumerios, mochilas, útiles escolares, juguetes y artículos de belleza personal como esmaltes para uñas. Sin embargo, el puesto 45 tiene también entre la oferta herramientas usadas, que es una de las cosas expresamente prohibidas.

“El titular acreditó que le pertenecen y se le autorizó a liquidarlas. Una vez que las venda no podrá reponer ese stock”, aclaró una fuente del área de Inspección General de la comuna. La feria ahora se extiende ahora sobre Maestra Cueto hasta la mitad de la cuadra arrancando en Salta. La otra parte de la plaza es donde colocaron juegos y maceteros para esparcimiento y para que la salida de la Universidad de Morón quede también despejada.

“La idea es encuadrar a ese grupo de personas en la economía popular, que puedan tener su monotributo, pero hay que hacer un abordaje muy de cero, porque hay quienes no tienen para pagar el plato de comida del día. Con la credencial que les otorgamos haremos un abordaje integral de cada situación”, describió Franco. Además, el Municipio garantiza que cada titular de puesto pueda usar los baños de la Escuela de Danza, ubicada a pocos metros, y los fines de semana instalarán baños químicos.

Durante el rato que permaneció el cronista de este medio en el lugar hubo permanente presencia de un efectivo de la Estación de Policía de Morón y caminantes de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), además de personal del área de Inspección General del Municipio. Con la cantidad de puestos que quedaron, se calcula que dos tercios de la gente que comercializaba allí se retiró del lugar.

Manteros sobre la calle Salta, el próximo capítulo

Si bien la primera etapa de la recuperación del espacio público comenzó por la Plaza de la Cultura, ahora gran cantidad de vendedores instaló sus mantas sobre la calle Salta, entre Machado y Larralde. Ahí también se vende cualquier tipo de producto y mucha gente pasa y se queda mirando a ver qué oferta la convence. Ese será el próximo paso que darán las autoridades locales: no permitir las mantas sobre las veredas, pero también con la consigna de no hacerlo a las patadas.

“Nos pidieron tirar la manta y quedarse por unos días más, y nosotros les aclaramos que eso ya depende de cada frentista. Inspección no va a ir a sacarlos a la fuerza, pero está claro que no están habilitados para ubicarse ahí”, agregó la secretaria que charló con este medio. “A los puesteros les quitamos todos los coordinadores y el único interlocutor es el Estado”, completó.

En caso de que la demanda de puestos crezca, entonces puede ser una salida alternar días de los puestos, pero que siempre la cantidad sea la misma. Lo que queda descartado es que esa feria sea trasladada al Paseo de las Artes, tal como habían propuesto los concejales Adrián Colonna y Daniela Cáceres, del bloque Nuevo PRO Morón: esa salida no le cierra al Ejecutivo y tampoco era bien vista por vendedores.

Mientras la reorganización avanza, Haydée Gladis Vega (76) se acercó a conversar con Primer Plano Online para brindar su testimonio sobre el nuevo escenario. “Estoy muy contenta. Ahora está todo limpito, nadie se pelea, los de la Municipalidad viven acá y está la Policía dando vueltas”, describió la mujer.

Ella comercializa todo tipo de ropa, de la que consigue para luego poder vender. Para graficar lo que es la economía que se maneja: hasta el mediodía de ayer miércoles había recaudado 15 mil pesos. Todo abajo del rayo del sol y con 30 grados de temperatura. El gorro tipo piluso en su cabeza y los anteojos de sol le dieron color a la gratitud que expresó por tener una fuente de ingreso diaria.

Reconoce, de todos modos, que no dejó conforma a todos los puesteros la reorganización. “La gente estaba acostumbrada a tirar la manta y tener mucha amplitud, pero bueno, la repartición que se hizo fue buena: un poquito a cada uno y para nosotros los de Morón”, graficó. “Yo soy feliz acá, porque me cuidan y eso no tiene precio”, concluyó.

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