Espeluznante lo que se ventiló hasta el momento en las audiencias del juicio seguido contra el empresario Alejandro Leguizamón, acusado por cuatro de sus hijas de haberlas violado, abusado sexualmente y ejercido violencia física y psicológica en contra de ellas.
En su declaración ante el tribunal que lo juzga, el imputado negó los hechos por los que se encuentra detenido y contraatacó contra su exesposa y madre de las víctimas y también apunto hacia sus propias hijas. Si bien reconoció que «a veces se me iba la mano”, dejó entrever su teoría de que todo lo que estaba atravesando es una suerte de conspiración para quedarse con su fábrica de membranas.
También rechazó que haya estado prófugo de la justicia, y contó que cuando lo fueron a buscar y lo encontraron en una vivienda de Rafael Castillo, mientras él regresaba de comprar, un policía lo llamó para que se entregue y él le dijo “hacé lo que se te cante el orto”.
El tema es que hubo dos testigos que hundieron las expresiones de Leguizamón, y que confirmaron lo expresado por sus hijas. Por un lado, uno de sus socios, quien ratificó lo que oportunamente había declarado en el expediente. “Me dijo que estaba de novio con su hija, le dije que se entregue y haga tratamiento”, contó.
Por otro lado, la esposa de un empleado de la fábrica, a quien el empresario le confesó que estaba en pareja con una chica, pero con un detalle: era su hija, y que tenía dudas si estaba embarazada de él. Ella es quien narró que Leguizamón le había dicho que con lo que tenía con su hija “no es violación, es incesto”. Esa frase también se la escribió en una carta a Romina.
El juicio está previsto que continúe el próximo lunes 13 de septiembre, día en que se escucharán más testigos y es probable que esa misma jornada sean los alegatos con los respectivos pedidos de sentencia. El debate se desarrolla en el Tribunal Oral Criminal Nº 1 de Morón, que está bajo la presidencia de la jueza Mariana Maldonado y lo completan los jueces Claudio Chaminade y Juan Carlos Uboldi. El fiscal es Pablo Masferrer.
