Una docente de Tapiales se encuentra desde hace tiempo expuesta a una situación de extrema vulnerabilidad a manos de un vecino que habita una vivienda justo debajo de la suya y que, en el último mes, incurrió en una sucesión de ataques a su persona que ya fueron denunciados en la justicia.
Se trata de Laura G., quien narró a Primer Plano Online cuál es el fondo del conflicto que padece en su casa de la calle Pirán, casi esquina Donovan, en la mencionada localidad de La Matanza, inmueble en el que vive hace ya 14 años.
Ella alquila directamente a la dueña de la propiedad, en un primer piso, y debajo de su casa vivían, inicialmente, los padres del hombre con el que ahora mantiene el diferendo. “Papá y mamá eran un amor, pero fallecieron y él quedó a cargo de la casa. Ahí empezó todo”, describió Laura.
La mujer vive sola, con un par de gatos y un perro, que prácticamente pasan la mayor parte del tiempo en la terraza. “Los problemas comenzaron porque mi piso es su techo y me acusó de hacer ruido. Pero son los sonidos propios de cualquier vivienda familiar: no tengo un taller de construcción. Tuve que enrejar toda mi casa porque me arrojó piedras, botellas y permanentemente me hostiga”, especificó la víctima.
La insólita respuesta que le brindaron en la justicia a la vecina hostigada
Laura asegura que en su casa tiene un lavarropas y que los movimientos que suceden en la casa, en donde no está durante la mayor parte del día porque dicta clases en escuelas privadas de la zona y hasta en una universidad, son los comunes. “Que se caiga el control remoto, por ejemplo, es sinónimo de que comenzarán las agresiones”, indicó.
Su hijo mayor se tuvo que mudar de la casa por la cantidad de entredichos que tuvo con el agresor. “Prefirió irse antes que terminar a las piñas con un hombre mayor de 70 años, que tiene conflictos con todo el mundo”, subrayó la mujer. Por ese motivo ella decidió recurrir a la justicia a raíz de que en la Comisaría de la Mujer y la Familia de La Matanza le dijeron que, como no era una cuestión de género, no correspondía radicarla allí.

“Fui a la Fiscalía e hice la presentación, pero me dijeron que, por su edad, lo máximo que podían darle era una domiciliaria. Y que eso iba a derivar en peores agresiones, porque me iba a tirar de todo desde adentro”, reveló la docente. Insólito, pero desde el Estado esa fue la respuesta que recibió.
La mujer optó por colocar una cámara de seguridad que registre los movimientos y el domo captó su padecimiento: desde manipularle la llave de gas para cerrar el grifo hasta arrojarle una bolsa con excremento de sus animales en la vereda. La última: inscribir la palabra “puta” en el frente de la casa. También una filmación interna registró el botellazo.
Quién es el agresor que hostiga a la docente de Tapiales
La vecina le contó también a Primer Plano Online que fue víctima de violencia física de parte del sujeto. “Un día me siguió hasta la esquina, me tiró al piso y me pegó patadas”, reveló. Eso también fue denunciado por ella y tampoco recibió respuestas: le hablaron de una perimetral, pero vive debajo de su casa, lo que parece un chiste.
El desgarrador testimonio de Laura
El agresor tiene nombre y apellido: se llama Hugo Parmisano, y según Laura es hermano de Mario, un reconocido pianista. Además, asegura que el hombre se presenta como “dirigente peronista”. Entre lágrimas, sollozó: “todo el mundo me dice que me mude, pero no puede ser que me tenga que ir. No puede ser que uno no pueda vivir en paz en su casa”, se sinceró.
Para finalizar, la docente narró que en el barrio se suceden los hechos delictivos y que su agresor recibe juntas “raras” a cualquier hora del día. “Incluso una vez, mientras le robaban a una vecina de la cuadra y le pidió ayuda, él lo único que hizo fue darse vuelta e insultarla”, concluyó.