En medio de los incidentes que se registraron esta mañana en la intersección de Vergara y colectora de Acceso Oeste, en donde la Policía impidió que repartidores realicen un corte de calles y aplicó el protocolo antipiquete, la mamá y el papá de Manuel López Ledesma (30), el delivery asesinado el domingo a la noche en Tres de Febrero, intentaron mostrar al universo el infierno que atraviesan.
Las voces de Osvaldo y Liliana a su manera agradecieron las expresiones de solidaridad que recibieron y dieron cuenta de su reclamo, que ahora es por justicia para su hijo y por seguridad para todos los hombres y mujeres que realizan esa tarea de llevar cualquier cosa a los domicilios y suelen ser blanco fácil del delito.
En diálogo con Primer Plano Online, el padre de Manuel aseguró que estará tranquilo cuando los asesinos de su hijo “puedan estar presos”. Esta mañana se enteró que en la investigación hay dos detenidos, como informó este medio, que para la justicia son los autores del crimen. “No saben el daño que le han hecho a nuestra familia”, se sinceró.
“Espero que los jueces nos escuchen y no den más garantías a esta gente que es irrecuperable. Están matando a los propios, a sus compañeros, a sus hermanos, que son trabajadores. Entonces, sinceramente, si no hacemos nada desde arriba… Yo no hablo de ningún partido político, solamente pido que no se echen la culpa uno al otro”, expresó al borde del llanto.
“Manu era un chico que tenía muchos proyectos, mucho trabajo. Todavía creo que esto es una pesadilla de la que me voy a despertar y lo voy a ver frente a mí. Cada día me va a costar mucho. La pesadilla no se me va. Si no se toman medidas, la verdad, esto no funciona”, agregó visiblemente conmovido. El crimen fue el domingo y ayer enterró a su hijo.
En la entrevista, Osvaldo reveló que el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, se contactó con él, pero también señaló que “ya es tarde. Yo necesitaba que lo cuide”. Insistió, por caso, en la tardanza de la ambulancia en acercarse hasta el lugar y en reclamar sanciones para la clínica De la Merced, a donde su hijo fue llevado herido, en estado de desesperación.
Y les habló también a jueces y a fiscales, “que son los que muchas veces le dan la libertad a ladrones que saben que son ladrones y sin embargo parece que no tienen hijos, nietos”. “Mi hijo no tenía custodia, mi hijo estaba trabajando, nadie lo cuidaba. Hoy me llaman todos ofreciéndome un montón de cosas que ya no me interesan, porque mi hijo no vale todo lo que me den ahora. Antes, sí”, cerró.
