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miércoles, enero 22, 2025
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¿El crimen perfecto? No hay detenidos por el asesinato del empresario Roberto Gegundez en Castelar

Claudia Edith García, la exesposa de la víctima, es la única persona que acude a la Fiscalía para interiorizarse sobre la investigación, que no arrojó ningún resultado tras casi dos años. La teoría de la mala suerte, las nulas evidencias halladas en los dispositivos del hombre asesinado y la sospechosa actitud de un policía al que habían contratado como custodia de la empresa.

“No creo que exista el crimen perfecto. Creo que nunca se investigó en profundidad”. Claudia Edith García, exesposa de Roberto Adrián Gegundez (53) y madre de los tres hijos del empresario asesinado en las puertas de la distribuidora familiar ubicada en Castelar norte, perdió la fe en que la justicia encuentre a los asesinos. Está convencida que no se profundizaron todas las hipótesis en torno al caso y mantiene dudas con algunas de las imágenes que quedaron registradas en las cámaras de seguridad durante el hecho.

A la víctima la asesinaron de dos balazos cuando terminaba de frenar con su camioneta en las puertas de la distribuidora de bebidas ubicada en avenida Presidente Perón (colectora de Acceso Oeste) y Chivilcoy, de la mencionada localidad de Morón. Le dispararon desde un automóvil Citroën C3 blanco que aminoró su marcha para darle suficiente tiempo al tirador, que gatilló desde la ventanilla trasera derecha, y luego escapar.

Las cámaras de seguridad del Municipio de Morón captaron parte del recorrido tomado por los asesinos. Tomaron por Curuchet rumbo a Rodríguez Peña, luego doblaron en San Pedro y siguieron por Merlo. En rigor, también se pudo determinar que lo venían siguiendo por la Autopista del Oeste, o sea que se trató de un golpe planificado con antelación. Lo único que pudo saber con certeza la exmujer de Gegundez es que las chapas patentes del auto eran truchas, que no se correspondían con ese rodado, que jamás apareció.

“Hasta diciembre del año pasado fui todos los meses a la Fiscalía Nº 3, en donde me atendió el fiscal Mario Ferrario siempre. Se confirmó que la chapa patente no era de ese auto, porque ubicaron al dueño original. Luego se barajó un nombre como hipótesis, pero jamás se profundizó por falta de pruebas. Yo no me cansé ni me voy a cansar de pedir justicia por el padre de mis hijos”, señaló la mujer en conversación con Primer Plano Online.

El nombre que atraviesa el expediente es alguien del entorno amistoso de Gegundez, que “no fue ni al velorio ni llamó para darnos el pésame”, detalló Claudia. ¿Por qué tienen esa sospecha? “Es el mismo nombre que tuvieron los investigadores es el que yo siempre tuve en la cabeza. Es una persona con antecedentes penales. Y de ser amigote de Roberto, de un día para el otro dejó de verlo. Pero esa pista no se siguió”, agregó.

ASÍ FUGABAN LOS ASESINOS EL EMPRESARIO

Desde un primer momento la principal hipótesis que se manejó en la investigación fue que se trató de un ajuste de cuentas, quizá vinculado a su actividad comercial. Pero eso la familia lo descarta, porque “no le encontraron nada”. “Le allanaron la casa, le revisaron las computadoras, el teléfono, y no pudieron sacar nada”, precisó la exesposa.

En una de las tantas visitas que realizó Claudia a la Fiscalía recibió una puntillosa explicación del fiscal Ferrario. “No querían matarlo. Tuvo mala suerte que la bala rebotó en el piso y lo impactó. Le dispararon tres balazos y dos dieron en su humanidad”, indicó la mujer. “Yo estuve 26 años conviviendo con el padre de mis hijos y si él hubiera estado amenazado hubiera tomado medidas”, añadió para desmentir aquella información inicial de que había recibido intimaciones.

Es más: todavía ella mantiene dudas con la conducta de un efectivo policial que oficiaba de custodia en la empresa, y que en el momento de los balazos su primera reacción fue correr hacia el interior del comercio en vez de salir en defensa de su empleador. “Igual, era su primer día de trabajo. Pero el instinto de un policía que porta su arma y que había sido puesto por la comisaría, que hacía adicionales por los cuales pagábamos, lo que hizo fue correr para adentro. Es muy raro lo que hizo”, se sinceró. Esa secuencia se puede observar en uno de los videos con los que Primer Plano Online ilustra este artículo.

La empresa familiar sigue adelante y, desde el crimen de Gegundez, nunca pasó nada. Sí tomaron medidas de seguridad como poner rejas y tomar otras precauciones en la atención al público, pero jamás tuvieron ningún tipo de amenaza o algo vinculado al crimen. “Él murió desangrado. Y con su muerte una familia quedó destruida. Es muy difícil seguir adelante y trabajando en el mismo lugar, pero no queda otra que seguir esperando que la justicia nos de una respuesta”, concluyó Claudia.

El crimen de Roberto Gegundez
La camioneta negra en la que viajaba Gegundez: le dispararon cuando estaba bajando en las puertas de la empresa

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