28.3 C
Buenos Aires
jueves, diciembre 12, 2024
spot_img

El amor de los amigos de Ezequiel Altamira a esa mamá quebrada por el dolor: “tengo muchos hijos nuevos”

Al cumplirse un mes del crimen a la salida de un boliche bailable de Ituzaingó, la mujer se manifestó en las puertas del Municipio para reclamar justicia. Para la investigación el caso está esclarecido, con cuatro menores acusados, de los cuales tres son no punibles. Sin embargo, la defensa de Paola apunta contra el local de esparcimiento, al que considera como responsable.

Es muy difícil, pero por suerte estamos muy acompañados, con una red de contención muy grande”. Paola Eiroa es la mamá de Ezequiel Altamira y lo será por siempre. Se cumplió un mes de aquella jornada en la cual la Policía la fue a buscar a su casa para comunicarle la tragedia personal que le dejó una marca imborrable: al adolescente, de 16 años, lo habían matado. Ayer encabezó una marcha pacífica a las puertas del Municipio de Ituzaingó para evitar que la llama de su pedido de justicia se apague.

“La lucha y mi otra hija es lo que me mantiene en pie”, le dijo a Adrián Noriega y Norman Díaz durante la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano por canal 7 de Flow. “Ahora tengo muchos hijos nuevos”, refirió en relación a los amigos de Ezequiel, que no dejan de ir a visitarla para estar con ella y compartir el dolor. Son esos mismos adolescentes a los que ella pidió “cuidar” mientras terminaba de enterrar una parte de su vida. “Me hace muy feliz que estén cerca”, afirmó.

Al adolescente lo asesinó una patota que lo atacó para robarle sus pertenencias en la plaza Parque Hermoso, sobre calle Los Potros y Patricias Mendocinas, a donde Ezequiel se había acercado con sus amigos a esperar un auto que pidió a través de una aplicación para regresar a su domicilio. Antes el grupo había ido a bailar al boliche Cool Site, ubicado a una cuadra del lugar.

Para la justicia el caso está esclarecido. Hay dos menores de 14 años y otro de 15 que ya fueron sobreseídos por su condición de inimputables ante la ley vigente y que fueron enviados a un instituto de menores por 180 días, prorrogables por otros 180 más. A esa forma de castigo se la denomina medida de seguridad, que es lo único que habilita la legislación. Hay un cuarto acusado del crimen: tiene 17 años, es punible según el Régimen Penal Juvenil y enfrenta cargos por homicidio en ocasión de robo.

El crimen de Ezequiel Altamira
Ezequiel Andrés Altamira (16) murió luego de ser salvajemente golpeado por una patota de asolescentes en una plaza de Villa Udaondo

Siento bronca hacia los padres de esos chicos. Mi hijo salió a bailar a las 10 de la noche, pero ellos salen a robar a las 4 y media de la mañana. ¿Los adultos a cargo no les preguntan a dónde van a esa hora? No puedo estar enojada con ellos tampoco, pero sí saben a lo que salen. Si fuera mi hijo el que sale a robar, yo sería de las mamás que lo entregan”, se sinceró Paola.

El abogado de la familia Altamira insiste en apuntar contra el boliche

Para Javier Baños, representante legal de la familia Altamira, la justicia debe avanzar también en las responsabilidades del boliche Cool Site, a donde había ido a bailar Ezequiel con su entorno. Si bien el crimen ocurrió a una cuadra, su cuestionamiento apunta a que un local que reúne a casi 5 mil menores por jornada que abre no se puede desentender del destino de esa juventud.

“Mezclar mayores con menores está completamente prohibido. Venderles alcohol también, y no garantizar las condiciones mínimas de seguridad a una plaza que está a 30 o a 40 metros de ese lugar me parece un disparate”, cuestionó el letrado. “Algún adulto va a tener que hacerse cargo también de las consecuencias de estos actos completamente irresponsables”, enfatizó en la entrevista en la que acompañó a Paola.

Hay responsabilidad del boliche, claramente. Podemos discutir si se trata de un homicidio con dolo eventual, de un homicidio imprudente o si se trata de un abandono de persona con resultado de muerte. Podemos discutir las penas, pero no hay ninguna duda que hay responsabilidad de funcionarios y, sobre todo, también de los particulares que han generado un riesgo prohibido y han lucrado con ese riesgo”, agregó en su planteo.

La familia sigue cuestionando que esa noche no dejaron a Ezequiel esperar el auto que había solicitado a una aplicación de viajes para volver a su casa en la vereda del local de esparcimiento y la atención brindada por una enfermera del boliche, que “lo mandó en un auto de vuelta con un golpe en la cabeza”. A su lado Paola asentía cada expresión de su abogado y hasta se animó a reclamar un mayor sistema de prevención en ese tipo de actividad.

“Deberían anotar el número de teléfono de un adulto, deberían asegurarse que el DNI del niño que está entrando es del niño que está entrando. Sé que mi hijo y un amigo entraban con el DNI de mi hijo, el viejo y el nuevo. Dos chicos del mismo grupo, llamándose igual y naciendo el mismo año, mismo día, todo. Ni siquiera se fijan que sean los mismos chicos de los DNI ni la edad que tienen. Y no tienen forma, no se comunican. Para mí hay que tratarlos como un pelotero”, concluyó.

Un mes del crimen de Ezequiel Altamira
Paola encendiendo las velas por su hijo, Ezequiel, para que la llama por justicia no se apague

Lo más visto

Artículos destacados

¿Lo leíste?

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img