Con una ceremonia en donde se visualizaba la satisfacción por el deber cumplido tanto en autoridades como en docentes y estudiantes, la Universidad de Morón fue escenario de la entrega de diplomas para quienes cursaron a lo largo del año la cátedra abierta Laudato Si, basada en la primera encíclica del Papa Francisco dirigida a ciudadanas y ciudadanos del mundo entero.
La actividad fue encabezada por el rector de la casa de altos estudios, Héctor Norberto Porto Lemma; el obispo de la Diócesis de Morón, Hurlingham e Ituzaingó, Jorge Vázquez; y el intendente de Morón, Lucas Ghi. Entre varias personalidades que colmaron el auditorio también estuvieron presentes el secretario de Gobierno moronense, Diego Spina; el vicerrector de Universidad de Morón, Enrique Otero; el secretario general de la entidad académica, Pablo Navarro; el vocero del Obispado local, Martín Bernal; y el titular de las 62 Organizaciones Peronistas, Oscar Rizzo.
Durante el acto hubo entrega de los respectivos certificados a los y las estudiantes que cursaron a lo largo del año, y también hubo un emotivo reconocimiento a docentes que formaron parte de la cátedra y que ejercieron su función ad honorem. Cabe señalar que la diplomatura, cuyo titular es el obispo Vázquez, obtuvo un reconocimiento especial por parte de la comisión de Justicia y Paz por su “contribución al desarrollo humano integral”. Dicho organismo lo integran el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el titular del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia; y la reverenda de la Congregación Religiosa brasileña, María Inés Dos Santos, entre otros.
“La encíclica está dirigida a todos los hombres, es una convocatoria universal. Como la casa de todos, la tenemos que cuidar, respetar, y saber que no es nuestra en cuanto no nos podemos apoderar de ella. La tenemos que tener de tal manera que sirva a las próximas generaciones”, subrayó el obispo a la hora de brindar su discurso de cierre.
“Se trata de desarrollar esta capacidad de encontrarnos y de confluir, de comprometernos juntos, y de crear también desde una ética de la solidaridad, entre los que estamos ahora y los que vendrán”, destacó y agregó: “creo que es hermoso lo que se ha hecho, y continuamos caminando juntos en base a la ética de la solidaridad”.
La diplomatura en la Universidad de Morón fue lanzada a cuatro años de la Encíclica Papal Laudato Si, que fue presentada el 18 de junio de 2015. Los objetivos de la cursada son reflexionar sobre el pensamiento político, económico y social de Francisco volcado en el texto, conocer la situación mundial de nuestro continente, país, provincia y ciudad desde la perspectiva del Sumo Pontífice; profundizar en sus propuestas de construir una sociedad, una economía y una política para un mundo en crisis; formar los participantes para que lideren y participen de un proyecto de creación de trabajo y restauración, como así también en la protección de la naturaleza y el ambiente conforme a los principios del mensaje papal.
En sus palabras, el rector Porto Lemma agradeció los “múltiples pensamientos” congregados en la diplomatura, multiplicidad que hace a la “esencia de la universidad”. “La Universidad es eso, una congruencia total en un fin común, pero de distintas opiniones. Esto es generar el consenso, tender la mano, hacer puente, esto es la casa común”, enfatizó.
Para finalizar, quien tomó la palabra fue Lucas Ghi, intendente de Morón, quien celebró “tener en Morón una universidad que cumpla una misión tan importante desde lo académico y desde lo social y que haya llevado adelante esta experiencia, que ojalá no haya sido la única sino que ilumine el camino de otras de esta naturaleza, y nos permita confluir a todos los que soñamos con una sociedad distinta, que ponga al hombre y a la mujer en el centro de las decisiones”.
“Como dice el Papa, la economía si no es a escala humana no sirve, y si no está al servicio de la satisfacción de las necesidades más elementales del hombre y la mujer no sirve, es otra cosa. Ojalá que 2020 sea un año de realización colectiva, y que conceptos como justicia social, derechos, soberanía y dignidad no sean palabras que resuenan en el vacío sino realidades que podemos ejercer todos los días. Para eso, Universidad, Iglesia y Municipio tenemos que tener una agenda común”, concluyó.